Los emprendimientos y negocios reportan más de veinte millones de lempiras diarios en pérdidas. El raquítico presupuesto de los hospitales públicos se lo está engullendo la compra de combustible para tener funcionando las plantas eléctricas durante los apagones.
Las fallas en el sistema eléctrico le hacen perder al estado de honduras unos 60 millones de lempiras al día. Suficiente pareciera ser todo eso para terminar de amolar al pueblo hondureño.
Pero aún no todo está dicho y la cereza no había sido puesta todavía en la cresta del pastel. Faltaba que desde la comisión reguladora de energía eléctrica, la también tenebrosa cree, se anunciara la nueva e inminente revisión de la tarifa eléctrica.
Vaya momento más inoportuno el que escogen los comisionados de la cree para hacer semejante anuncio y recordatorio a los ya de por sí amolados consumidores y usuarios de la energía.
Honduras volvió a la oscuridad de los racionamientos y a la profundización de las pérdidas de energía, consecuencia del fallido programa que terminó siendo la concesión del sistema de distribución al operador colombiano EEH, el que en un período de siete años, termina su contrato con el estado de honduras dejando a la estatal eléctrica con pérdidas técnicas y no técnicas arriba del 36 por ciento, cuando antes de que entrara en función, las mismas no se aproximaban siquiera al 20 por ciento.
Es que como país estamos electrocutados para que ahora aparezcan los de la cree, tal cual aves de mal agüero, anunciando la nueva e inminente revisión tarifaria, dizque porque en base a ley y al ciclo trimestral definido, la comisión se ve en la obligación de hacer el anuncio.
Y si bien en el primer trimestre del año el ajuste fue ligeramente a la baja, aupado en aquel momento por los indicadores externos, el valor actual promedio del bunker y las pocas posibilidades que tenemos para comprar electricidad fuera para cubrir la demanda interna, no garantizan en nada que la nueva revisión tarifaria vaya a ser a la baja.
¡Más inoportunos no podían ser estos comisionados de la cree!.
Los ajustes tarifarios nunca son y serán a la baja para el sector industrial, y ni incluso para el residencial que consume mucho más allá de los 150 kilovatios hora. Para el sector denominado de alta tensión, los recibos siempre les van a llegar por las nubes.
El aumento al recibo de la luz para el sector de servicio de alta tensión ha rondado siempre en promedio entre un 9 y 11 por ciento, mientras el castigado sector residencial ha cargado promediadamente con un ajuste de entre un 8 y un 9 por ciento.
Es que han sido y siguen siendo groseros con la gente.
¿Porqué tienen que seguirle cargando al consumidor la pesada factura de sus errores, de su ineficiencia como administradores, de su improvisación operativa?. Son ustedes, señores del gobierno, los que se han venido a “pasear” en el subsector eléctrico y en la moribunda empresa nacional de energía.
¿Porqué siempre son los abonados de la electricidad quienes tienen que pagar los platos rotos y cargar las consecuencias de los cortocircuitos administrativos que nos han regresado a la época de los focos de batería, candiles, y lámparas de gas?. Los ajustes tarifarios, como las compras directas de energía, no pueden seguir siendo la salida más fácil para los gobiernos y autoridades de turno.
¿Qué pasó en este último año y medio con la prometida liberación del mercado energético?
¿En qué quedó la revisión de los contratos energéticos, algunos de los cuales fueron funestamente negociados por administraciones pasadas?. ¿en que quedaron los mismos contratos de energía renovable que terminaron resultando un chasco porque además de violentar las estrategias expansión de la ENEE, salieron más caros que los suscritos con los generadores térmicos?. ¿qué pasó con el plan de rescate de la estatal eléctrica?.
Bueno. Si ni de Erick nos pueden dar una respuesta, qué nos van a poder responder sobre las anteriores y muchas más preguntas que los hondureños tenemos.
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