El Ministerio Público (MP) informó preliminarmente que el médico forense y catedrático universitario Vladimir Núñez Licona murió por causas naturales. Sin embargo, su familia rechaza esa versión y exige una investigación profunda, ya que aseguran que el galeno había recibido amenazas relacionadas con su trabajo. Núñez Licona viajó el pasado 10 de marzo a Puerto Lempira, en el departamento de Gracias a Dios, como parte de un trabajo de exhumación de varios cuerpos. Según relataron sus familiares, la madrugada del 13 de marzo sus compañeros de trabajo escucharon que estaba tosiendo y parecía vomitar, aunque no expulsó nada. Horas después fue encontrado sin vida en la habitación donde se hospedaba, luego de haber ingerido su cena la noche anterior. Los familiares revelaron que en 2018 el médico fue amenazado y aunque en ese momento se le asignaron medidas de protección, él decidió rechazarlas. Las situaciones de peligro continuaron por la naturaleza de su trabajo, y tras su muerte se han acrecentado las sospechas. “Nos han hecho creer que fue algo natural, no nos han dado los resultados de estudios forenses. Macroscópicamente en la autopsia no encontraron nada, o sea que en sus órganos todo estaba bien”, aseguraron. También expresaron sus dudas sobre la versión del Ministerio Público: “nosotros no creemos que su muerte fue natural porque Vladimir era supersano y se cuidaba”. Pese a la afirmación oficial de que la muerte fue natural, la familia adelantó que solicitará una revisión independiente del informe forense y, si es necesario, acudirán a expertos en otro país. “No importa si hay que pagar en otros países, y si hay que hacer una exhumación del cadáver lo vamos a hacer”, declaró una pariente. Además, informaron que su computadora personal no ha sido encontrada y que el disco duro que portaba apareció misteriosamente en la ciudad de La Ceiba. NOTICIA RELACIONADA: Muere médico forense en misión en La Mosquitia ¿Qué sucedió? La hermana del fallecido, identificada en redes como Nohe Lico, compartió un emotivo mensaje en su cuenta de Facebook: “El fallecimiento de mi hermano es una realidad muy difícil de aceptar y asimilar, aunque una no quiera pensar mal. No hay manera. Yo sé que es casi imposible creer que existan personas capaces de hacerle daño a alguien como Vladi, pero es algo que no podemos descartar, por muy doloroso e injusto que sea”. Ruth García Cárcamo, defensora de derechos humanos en el país, también se unió al clamor de justicia. “Exigimos investigación en el caso de la muerte del médico forense Vladi Núñez Licona, quien se realizó un chequeo médico exhaustivo días antes de su muerte, dando como resultado análisis clínicos perfectos y condición física al cien por ciento”, declaró. La familia insiste en que el caso debe ser esclarecido, y que no descansarán hasta conocer la verdad sobre la muerte del médico hondureño.