Los ministerios de Defensa y Exteriores atribuyeron la responsabilidad del suceso del domingo a Irán, que, dicen, "ha brindado durante mucho tiempo apoyo militar y político a los militantes hutíes y es responsables por los actos" de sus socios.
"Estas aguas son rutas esenciales para el comercio global e incidentes como estos muestran la importancia de que haya una presencia de la Real Marina (británica) en la región, que anunciamos la semana pasada que se verá reforzada por el despliegue del HMS Diamond para unirse al HMS Lancaster", afirmaron en un comunicado.
"El Reino Unido está comprometido a garantizar la seguridad del transporte marítimo en la región, mediante nuestra contribución al Convenio internacional de seguridad marítima (IMSC, siglas en inglés, de 2019) y a las Fuerzas marítimas combinadas (CMF)" de 2001, añadieron.
El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) dijo el domingo que tres buques comerciales fueron atacados en el sur del mar Rojo, donde el destructor USS Carney "respondió a las llamadas de socorro" de los navíos, que sufrieron el impacto de misiles, sin víctimas.
Un portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, señaló en un discurso televisado que los insurgentes "llevaron a cabo una operación contra dos barcos israelíes" en el estrecho de Bab el Mandab, e identificó los buques como Unity Explorer, con bandera de Bahamas, y Number 9, con bandera de Panamá.
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