El cuerpo de la salvadoreña Victoria Salazar, que murió en México tras ser sometida por policías, llegó el sábado (03.04.2021) a El Salvador, informó la Cancillería.

"Procedente de México, esta mañana, ha arribado al país el cuerpo de Victoria Salazar, salvadoreña que fue asesinada por policías municipales de Tulum", tuiteó la cancillería de El Salvador.

El féretro con los restos de la mujer de 36 años llegó al país en un avión donde viajaron también la madre de la víctima, Rosibel Arriaza, y las dos hijas de Victoria, menores de edad.

La familia de Salazar contó con la ayuda del gobierno salvadoreño para repatriar su cuerpo.

"La disposición de todo el aparataje institucional ha logrado que este caso se lleve a cabo con la celeridad requerida. Un trabajo articulado que hoy nos permite la repatriación de los restos mortales de nuestra connacional", añadió la Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia en su cuenta de Twitter.

Tras su llegada a suelo salvadoreño, los restos de Victoria fueron trasladados bajo escolta policial a una funeraria donde serán velados en la ciudad de Sonsonate, 66 km al suroeste de San Salvador.

Su padrastro, Edwin Olivares, agradeció la ayuda del gobierno.

"Esto trae un montón de emociones encontradas, hay mucho dolor, mucha consternación", señaló delante de la funeraria Olivares, el único familiar que habló con la prensa.

La víctima, que vivía en México desde hacía cinco años, murió el 27 de marzo tras ser sometida por policías en Tulum, un balneario del Caribe mexicano. Tenía dos hijas, de 15 y 16 años.

El sábado por la tarde, la fiscalía del estado mexicano de Quintana Roo, donde se localiza Tulum, informó que los cuatro policías señalados por la muerte de Salazar, entre ellos una mujer, fueron acusados formalmente tras ser capturados el día de los hechos.

El juez a cargo del caso determinó que la fiscalía había presentado elementos suficientes para "comprobar la probable participación de los cuatro policías en el delito de feminicidio", por lo que se les dictó prisión preventiva, señala un comunicado.

La familia de la víctima había pedido que su muerte no quedara impune, y el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, había exigido justicia en este caso.