Según informaron las autoridades policiales, varios hombres fuertemente armados llegaron a la casa de la víctima en la aldea El Calán de Baracoa, donde llevaron a cabo el secuestro; las autoridades no brindaron fechas.
Durante el incidente, los secuestradores dejaron un teléfono roto en la casa de la familia, a través del cual se comunicaron más tarde.
En la llamada, exigieron a la familia el pago de L 5 millones para liberar a la menor, amenazando con quitarle la vida en caso de no recibir el rescate.
Los familiares, angustiados, denunciaron la situación a la Unidad Antisecuestros de la Policía Nacional. En una acción rápida y tras intensas investigaciones, lograron localizar a la pequeña. Sin embargo, los secuestradores lograron escapar cuando se sintieron acorralados.
Ante la noticia, los padres se dirigieron de inmediato al lugar para reunirse con la menor, verificar su estado y llevarla de vuelta a casa. Las autoridades no proporcionaron más detalles sobre las condiciones físicas de la niña en el momento del rescate.
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