David Murillo, padre de Isy Obed Murillo, joven fallecido el 5 de julio de 2009 durante una manifestación en las inmediaciones del Aeropuerto Toncontín, en Tegucigalpa, expresó su reacción tras la captura del general retirado Romeo Vásquez Velásquez, exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras. Al respecto, el padre del joven destacó la importancia de este hecho como un paso hacia la justicia para las víctimas del golpe de Estado de 2009. No solamente nosotros como padres, sino todos los familiares de las víctimas en Honduras sentimos alegría con Dios. Aunque como humanos nos duele lo que está pasando al general (Romeo) Vásquez Velásquez, vemos que es el resultado de la ley de la siembra: uno cosecha lo que siembra , declaró. Además, el padre de Isis Obed también llamó al exmilitar a asumir su responsabilidad en lugar de atribuir su situación a persecuciones políticas. Él mató a nuestro hijo. Él dio la orden para que lo mataran. Esto no es persecución política; es justicia , afirmó con contundencia. De igual manera, Murillo comparó la situación actual con la actitud de Francisco Morazán, líder histórico hondureño, subrayando que Morazán aceptó su destino por una causa justa mientras que Romeo Vásquez Velásquez, según Murillo, hizo daño al pueblo hondureño . Clamor por justicia en Honduras Por otra parte, David Murillo, quien es pastor evangélico, insistió en la necesidad de que las autoridades hondureñas actúen con imparcialidad. La Diosa Temis no puede doblarse. Lo que es negro, es negro; lo que es blanco, es blanco. Hoy se está haciendo justicia, no por venganza, sino por la mano de Dios , expresó. Captura de exmilitares vinculados al caso La captura de Romeo Vásquez Velásquez, junto con el exsubjefe de las Fuerzas Armadas, Venancio Cervantes Suazo, y el excomandante Carlos Roberto Puerto Fúnez, fue confirmada este domingo por la mañana por el Ministerio Público y la Secretaría de Seguridad. Los tres exfuncionarios enfrentan acusaciones de homicidio y lesiones graves en perjuicio de Isis Obed Murillo y Alex Roberto Zavala Licona, simpatizantes que participaban en una protesta durante el retorno del expresidente Manuel Zelaya Rosales. El Ministerio Público calificó las acciones de las Fuerzas Armadas en 2009 como brutalmente desproporcionadas , señalando que los militares dispararon indiscriminadamente con armas de grueso calibre contra manifestantes desarmados. Según la investigación, estos actos no fueron aislados, sino crímenes planificados bajo órdenes directas de los imputados.