Desde la cárcel, la ex primera dama de Honduras, Rosa Elena Bonilla de Lobo, rompió en llanto durante una entrevista con un canal local al recordar que su hijo Said Lobo, asesinado durante una masacre en la capital, cumple dos meses de muerto.

La esposa de Porfirio Lobo, vestida de negro, denotando el luto que la embarga desde que su hijo pereció a causa de la violencia, se refirió al caso asegurando que pese a que ya han pasado semanas el dolor sigue intacto, aunque no niega que su estado anímico ha mejorado en comparación a los primeros días.

"Yo en este momento, gracias a Dios ya estoy más recuperada, pero cuando en el momento lo necesité, la justicia me dijo que no; no es fácil perder un hijo… yo no me quejo de estar aquí (en prisión), pero para mí el haber perdido a mi hijo que hoy cumple dos meses solo una madre me puede comprender, solo yo sé lo que llevo por dentro", comenzó diciendo mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.

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De acuerdo con Bonilla de Lobo, Said era muy apegado a ella, al punto de no dejarla sola ni en los peores momentos, por eso su ausencia duele mucho más. " Venía una o dos veces a la semana, él venía los domingos a compartir conmigo, pasábamos en constante comunicación por teléfono; él era muy apegado a mí", relataba mientras el nudo en la garganta cada vez era más notorio.

Nadie espera enterrar un hijo

Rosa Bonilla se mostró sin temor a reflejar el dolor que la embarga, pues la muerte de Said Lobo es el golpe más fuerte que ha recibido, asegura. "Una madre nunca espera enterrar a su hijo, sino que los hijos lo entierren a uno… este dolor no se compara con nada".

Sobre los avances en la investigación, Rosa Elena aseguró que quien lleva de cerca la información es el expresidente Porfirio Lobo Sosa, pues ella permanece encerrada en la Penitenciaría Nacional de Adaptación Femenina (PNFAS), luego que se le negara la solicitud de cambio de medidas en su causa, donde responde por los delitos de fraude continuado y apropiación indebida en el caso de corrupción "La caja chica de la dama".

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¿Perdona a los asesinos de su hijo? "Es un sentimiento encontrado en estos momentos, nosotros nunca hemos sido una familia que afectamos a nadie, es bien difícil porque nos arruinaron la vida, era un muchacho con mucho futuro, todas las madres vemos a nuestros hijos como queremos, era la alegría, el entusiasmo, un hombre de prosperidad, hoy está en los brazos de Dios, cumpliendo dos meses… todos los días hablábamos y él estaba abriendo dos negocios en Juticalpa… el día que lo mataron eso estaba celebrando…"

Sobre si teme por su vida o por la del resto de su familia, Rosa comentó que "a estas alturas qué más nos pueden hacer, ya no podemos esperar nada más, solo nos toca encomendarnos a Dios…".

Crimen contra Said

El jueves 14 de julio, alrededor de las 2:00 a.m., cuatro personas fueron asesinadas cuando salían de una discoteca ubicada en un edificio comercial del bulevar Morazán, en Tegucigalpa, Francisco Morazán, uno de ellos era el hijo del expresidente Lobo Sosa y Rosa Elena Bonilla.

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Said Lobo murió junto a su amigo Luis Zelaya (sobrino del exgeneral Romeo Vásquez), Norlan Rodríguez (conductor de Said) y Salomón Vásquez (sobrino diputado Walter Chávez).

Los jóvenes estaban saliendo del recinto a bordo de dos vehículos cuando fueron interceptado por sujetos disfrazados con indumentaria de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandilla (FNAMP).

De acuerdo con las autoridades, detrás de este hecho violento está la Mara Salvatrucha (MS-13), que habría recibido 200 mil dólares (más de 4 millones de lempiras) por ejecutar el crimen.