La Real Federación Española de Fútbol multó al FC Barcelona con 300 euros por haber llegado a un acuerdo con Griezmann en un momento inadecuado . El club colchonero protestó de forma inmediata aduciendo que el jugador que tenía contrato vigente con ellos.
Una de la peticiones era cerrar el Camp Nou durante un partido pero el Comité de Competición descartó esta posibilidad y decidió solo ponerle una multa económica.
Varias versiones aseguran que los culés firmaron al delantero francés cuándo su cláusula de rescisión era de 200 millones de euros y por eso no aceptaban los 120 que al final terminaron pagando por él.