El gasto público, especialmente el que está orientado al pago de sueldos y salarios, es catalogado como uno de los principales riesgos macroeconómicos.
Así lo resalta un estudio denominado Diagnóstico del Crecimiento Inclusivo en Honduras, elaborado por analistas de la empresa privada, la Universidad Nacional, la Agencia de Cooperación de Estados Unidos para el Desarrollo y el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales.
Los hallazgos de la investigación coinciden con otras evaluaciones, según las cuales la masa salarial de Honduras siempre ha sido un obstáculo para la eficiencia del aparato gubernamental, debido a su peso y a que históricamente ha estado contaminado por el “parasitismo”.
Honduras es uno de los países que más destina fondos para mantener un aparato estatal muy obeso del que se alimentan más de 200,000 empleados.
Los estudios enfocados en dicho tema revelan que por cada lempira recaudado, por lo menos 50 centavos van para los salarios de los trabajadores públicos.
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El presupuesto destinado para este año en lo relativo al gasto en salarios es de alrededor de79,000 millones de lempiras, a efecto de sostener la población de los colaboradores del Estado, tanto en el Gobierno Central como en las instituciones descentralizadas.
Los sectores que critican el manejo de las finanzas públicas, afirman que la masa salarial de Honduras es demasiado pesada, por lo que es necesario ajustarla a la capacidad de la hacienda hondureña.
Entre 2010 y 2019, la asignación para el pago de sueldos y salarios del sector público asciende a una cifra mayor a los 392 mil millones de lempiras.
En el lapso específico entre 2014 y 2019, el gasto salarial ha alcanzado una suma cercana a los 260,000 millones de lempiras.
