Las autoridades hondureñas reanudaron este domingo 2 de marzo la búsqueda de la caja torácica del ambientalista Juan Silva (70) y el cráneo de su hijo Juan Antonio Silva (23), quienes fueron brutalmente asesinados tras oponerse a la tala ilegal de bosques. La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias adscrita a la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) lidera las labores en el Cerro de La Cruz, en el municipio de San Antonio, Comayagua. Ellos integraron un equipo élite de rescate, junto a efectivos de la Unidad Humanitaria de Rescate del Ejército. Las dos víctimas fueron reportadas como desaparecidas, pero el jueves 27 de febrero sus cuerpos desmembrados fueron hallados en la aldea Altos de Mata de Cañas. Según el informe, Juan Silva no tenía la caja torácica, mientras que su hijo fue encontrado decapitado. Zambrano, FM :Justo ahora en cerro de la Cruz, equipo élite de rescate de #URI junto a efectivos de la Unidad Humanitaria de Rescate del Ejército #UHR proceden a la búsqueda de caja toráxica del ambientalista Juan Silva y el cráneo de su hijo Juan Antonio Silva, reportados… pic.twitter.com/VAT2aB4iOB— Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias (@copecogob) March 2, 2025 Denuncias contra la tala ilegal De acuerdo con el testimonio de familiares, el ambientalista denunció la deforestación en la montaña Santa Cruz de Soroguara, en Francisco Morazán. “Tenemos conocimiento de que él venía a tomar una fotografía que le pedían en la Fiscalía para formalizar la acusación. Querían evidencias de si había madera serrada o si era cierto lo que mi padre iba a contar en la Fiscalía”, reveló el pariente. Aumento de ataques contra ambientalistas El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (Conadeh) informó que al menos 35 defensores de la tierra han sido asesinados entre 2022 y lo que va de 2025. El 7 por ciento de estos crímenes ocurrieron en los departamentos de Colón, Atlántida y Yoro, ubicados en el Caribe y el norte del país, donde se registran constantes denuncias por explotación forestal y conflictos territoriales. En 2025, se registraron los asesinatos de López y Selvin Ventura Hernández, quienes, al igual que Cáceres, denunciaban la explotación ilegal de los recursos naturales en el país.