Dos mil veinte ha comenzado con un marcado y nocivo comportamiento de los casos de suicidios y feminicidios.

El número de personas que se han quitado la vida deliberadamente, así como lo episodios infortunados en los que han muerto mujeres, representan una combinación letal en materia de inseguridad en el país.

La constancia con que son ejecutados estos hechos ha disparado los índices de la violencia, al tiempo que retratan a Honduras como un país con una población "enferma", conde "la vida carece de valor alguno".

En la primera semana de enero, dos personas cada 24 horas han decidido acabar con su existencia por diversas vías y por múltiples circunstancias.

Noticia relacionada: En nueve días del 2020, 17 hondureños se han suicidado

En este grupo, causa alarma que sean los niños y jóvenes los que más estén atrapados en pensamientos y acciones suicidas; en algunas ocasiones, reducidas a intentos; en otras, hechos consumados.

Los crímenes contra las mujeres también han escalado este año. En lo que ha transcurrido de 2020, se cuentan casi una decena de feminicidios; es decir, un asesinato al día.

Las organizaciones que activan a favor de los derechos de las mujeres han vuelto a lanzar sus voces de condena por la apatía de las autoridades para investigar los feminicidios y perseguir a los hechores, en aras de reducir la impunidad.

Hasta el 8 de enero, la Policía Nacional contabilizaba alrededor de 70 homicidios, lo que quiere decir que cada día han sido cometidos entre ocho y nueve crímenes en 2020.

Los citados reportes subrayan, asimismo, que durante 2019, fueron cometidos diariamente 11 sucesos sangrientos; la mayoría, con armas de fuego.

En el año que acaba de concluir se registraron más de 4,000 homicidios. La tasa de asesinatos superó a 40 por cada 100.000 habitantes, en lo que es considerado como el reflejo de una violencia que parece no tener freno.