Marcela Esperanza Ramírez Estrada, de 22 años, dedicó su juventud a preservar el medio ambiente como parte del grupo Jóvenes para la Conservación de Honduras. Su trágica muerte, ocurrida durante un violento robo en Choluteca, ha provocado indignación a nivel nacional y un vacío en quienes la conocieron. Amigos y compañeros la recuerdan como una persona alegre y llena de energía. En redes sociales compartieron una fotografía de Marcela con palabras conmovedoras. “¡Te recordamos sonriente y con mucha energía! - De parte de todas tus hermanas en la promoción XI”, publicó el grupo Jóvenes para la Conservación de Honduras. Otros amigos también expresaron su pesar. “Marcela, por siempre y para siempre. Donde sea que estés, siempre te llevaré en mi corazón”, escribió una amiga. “Mi Marcela preciosa, Dios te tenga en un mejor lugar. Gracias por darme la oportunidad de conocerte; tus recuerdos y consejos se quedan conmigo para siempre. Descansa en paz”, agregó otra. Este trágico hecho ha reavivado la preocupación por la violencia de género en el país. Aunque 2024 registró una reducción en las muertes de mujeres, el inicio de este año ha estado marcado por significativas pérdidas. La madre de Marcela, Digna Azucena, sobrevivió al ataque gracias a la atención de los médicos en el Hospital Regional del Sur. Aunque lograron salvarle la vida, su estado de salud actual sigue siendo incierto. Las autoridades esperan que el testimonio de Digna, una vez sea dada de alta, permita localizar a los responsables de este atroz crimen.