Con una mirada de esperanza y tono entrecortado el agente de policía Luis Rodríguez, manifestó la ilusión que siente de volver a cargar en sus brazos a su pequeño hijo de tres meses de edad, a quien no ha visitado hace más de un mes; debido a la actual crisis sanitaria que afronta el país.

 El agente de policía Rodríguez actualmente asignado a la Dirección Nacional de Servicios Especiales Fronterizos (DNSEF), presta su servicio en el aeropuerto internacional de Toncontin.

En este momento de emergencia nacional debido al ingreso del COVID-19, el funcionario es uno de los encargados de brindar seguridad perimetral en el aeropuerto; verificando que se cumplan los protocolos de bioseguridad en los vuelos retornados, asimismo, el traslado de viajeros a la Villa Olímpica, lugar donde se cumple el aislamiento establecido para descartar posibles casos de contagio por el virus.

"Extraño mucho a mi familia, pero estoy consciente que la patria nos necesita en este momento, y ese es nuestro compromiso, servir al pueblo hondureño; sé que al final el sacrificio valdrá la pena y volveré a abrazar a los míos" expresó el agente del orden. 

Policía por vocación

Rodríguez es originario de Cedros, Francisco Morazán, egresado de la promoción 099 del Instituto Técnico Policial (ITP), con más de un año de formar parte de las filas de la institución policial, hoy recuerda que desde niño siempre soñó con ser policía y seguir el ejemplo de su progenitor. 

"Mi padre también fue agente del orden y desde pequeño quise seguir sus pasos, me siento muy orgulloso de ser policía porque portar este uniforme no es fácil, pero con empeño y compromiso todo es posible" expresó Rodríguez.

Según este joven la situación que hoy enfrenta el país pone a prueba la determinación de cada policía; quienes, sin importar las extensas jornadas, acompañadas de sol y lluvia, cuidan de las personas para evitar que el mortal virus continúe cobrando la vida de los hondureños. 

Un padre de familia amoroso

Para este funcionario policial la forma más cercana de compartir con su familia por los momentos es mediante videollamadas, mismas que le permiten disfrutar de cada gesto y alegría que desborda su pequeño hijo Fernando Antonio.

"Mi hijo y mi esposa son mi razón más grande para despertar cada mañana y dar lo mejor de mí en la misión encomendada" agregó Rodríguez.

Asimismo, mencionó que espera nuevamente estar junto a sus seres queridos, pero este anhelo dependerá de la obediencia de cada compatriota de quedarse en casa y colaborar con la autoridad.

El agente policial le recordó a la población "nosotros a diario hacemos nuestra parte cuidando la vida de los demás; aquellos que tienen la dicha de estar en sus hogares con su familia, disfruten esos momentos ya que nosotros no tenemos esa valiosa oportunidad".

Historias como esta son las que viven miles de policías, quienes se encuentran en la primera línea de batalla contra el COVID-19, la patria no olvidará el sacrificio de estos valientes hombres y mujeres quienes siguen luchando con la fe puesta en Dios.

Información Policía Nacional