Las pérdidas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), no se han reducido, se mantienen en 35 por ciento.

La estatal registra pérdidas diarias por el orden de 25 millones de lempiras, un poco más de un millón de lempiras cada hora, según lo revelado por la Asociación Hondureña de Productores de Energía Eléctrica.

La reducción de pérdidas no se ha cumplido, lo que se traduce en un fracaso en la gestión de la Empresa Energía Honduras cuya meta propuesta era de reducir los perjuicios financieros de 32 por ciento a 15 por ciento. Cuatro años después, más bien se ha profundizado esa brecha.

Encima, el consorcio extranjero se queda con 10.5 millones de dólares mensuales por cargos fijos que son entregados a EEH en una especie de beneficio leonino negociado y plasmado en el contrato suscrito por el Estado de Honduras.

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En el otro extremo, las finanzas de la ENEE siguen hundiéndose. El conjunto de deudas y compromisos de la institución creció en 12,000 millones de lempiras este año. En diciembre de 2019 los pasivos eran de 68,700 millones de lempiras y en agosto de 2020 esa suma se ubicó en 80,600 millones de lempiras.

Un informe sobre el balance de ingresos y gastos al 31 de agosto, revela que el pasivo corriente era de 29,000 millones a esa fecha, las cuentas por pagar a los proveedores rozaban los 12,000 millones y la deuda externa e interna de corto plazo se ubicó en nueve mil millones.

En otro apartado, los reportes oficiales detallan que el pasivo de largo plazo pasó de 37,800 millones en diciembre de 2019 a 51,500 en agosto de 2020.

Se destaca, asimismo, que el endeudamiento interno y externo de largo plazo saltó de 33,600 millones a 46,800 millones de lempiras, un incremento de más de 13,000 millones. De su parte, el pasivo laboral saltó desde 688 millones a una cifra superior a 700 millones.

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El desequilibrio en las cuentas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica está arrastrando las finanzas del país, sus pérdidas se han incrementado a sumas que son “impagables” y –en definitiva- su muerte está declarada.

La muerte financiera, operativa y de administración de la ENEE es un hecho, señalan los entendidos al sentenciar que todos los recursos para salvar la institución ya fueron agotados.