Se están cumpliendo las proyecciones de los expertos en torno al peor escenario de la pandemia covid 19.
En la semana epidemiológica recién pasada se contabilizaron, en un lapso de 48 horas, un centenar y medio de muertos, uno cada 14 minutos.
En varias fechas se registró una tasa de letalidad de 10 por ciento, lo que pone de manifiesto la inmoderada propagación de al menos tres cepas del nuevo virus y la pronunciada mortalidad a causa de las mutaciones del patógeno.
Lo han dicho los especialistas: Mayo se perfila como uno de los meses más críticos de la pandemia, con el mayor índice de contagios y número de muertos.
Según las cifras oficiales, una media de 40 personas fallecen a causa del nuevo virus diariamente, con una tasa más alta en la zona occidental.
Sin embargo en la semana epidemiológica recién pasada se contabilizaron, en un lapso de 48 horas, casi dos centenares de muertos.
Con base en la información del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER), la mayor parte de las víctimas mortales en los cinco o seis días precedentes ocurrieron en Yoro, Cortés y Santa Bárbara.
Lo alarmante es que ante la acometida de la pandemia el personal de salud se encuentra inerme. Los centros de triaje no disponen de los suficientes insumos para atender a los pacientes; unos han debido cerrar como ha ocurrido con las salas ubicadas en Yoro, Valle y en Santa Bárbara.
Otras unidades de atención están en operación solamente porque las autoridades locales han readecuado los fondos propios y los escasos recursos transferidos por la Administración Central.
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Los hospitales permanecen saturados, con una ocupación muy por encima de su techo de atención. No únicamente los adultos, sino los jóvenes, adolescentes y niños se están muriendo.
El tema de la inoculación sigue siendo una incógnita. Ha sido manejado con tal falta de diligencia que los entendidos asumen que al país le tomaría unos cuatro años alcanzar la llamada inmunidad de rebaño si prevalece el ritmo de vacunación actual.
Honduras está anclado como el que menos vacunas ha gestionado, recibido y suministrado en el área. Aparece en los informes regionales con alrededor de 58,000 dosis, una cobertura que apenas será ampliada con la provisión de 189,000 compuestos de AstraZeneca que fueron entregados hace unos días y con la fórmula rusa Sputnik que ha comenzado a llegar a cuentagotas al país.
Y dada la falta de oportunidad con que se ha gestionado la plaga, se considera una prioridad replantear la administración de la crisis sanitaria, basada en la transparencia y en la rendición de cuentas, aparte de promover un pacto nacional para contener la pandemia.
Para contrarrestar la plaga es necesario imprimirle celeridad al proceso de inmunización de la población. A su vez, ésta es una condición sin la cual no será posible revitalizar el aparato económico ni restituir las deterioradas condiciones sociales de los hondureños.
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