Las medidas restrictivas tendientes a evitar la diseminación del nuevo virus han impactado en la reducción de 80 por ciento en la emigración irregular de hondureños, particularmente hacia Estados Unidos.

El dato está plasmado en los documentos del Instituto Nacional de Migraciones, que atribuye esa caída a los efectos drásticos del confinamiento sobre la movilización de personas.

Hasta antes de la pandemia, unos cien mil hondureños emprendían su éxodo hacia el norte cada año; es decir, 300 compatriotas cada día y alrededor de 12 cada hora.

Te podría interesar: En un 40 por ciento aumenta impunidad de homicidios durante pandemia en Honduras

Los datos publicados por la Organización de Naciones Unidas subrayan que por lo menos el ocho por ciento de la población hondureña ha emigrado por razones de seguridad y por la precariedad económica y la desigualdad social que prevalecen en el país.

Se estima que el 80 por ciento de los indocumentados se dirigen a Estados Unidos, el siete por ciento tienen como destino España y el dos por ciento llegan hasta México.

El flujo de emigrantes que son deportados se ha extendido en las últimas administraciones estadounidenses en las cuales se han endurecido las medidas contra los ilegales.

Entre enero y mayo de este año, han sido retornados 22 mil compatriotas, entre ellos unos 2 mil menores de edad, lo que da como resultado 4 mil 500 emigrantes que han sido expulsados cada mes desde Estados Unidos y México, una disminución del 50 por ciento en relación con 2019.

Lea: Honduras, entre los países beneficiados con presupuesto para vacunas covid por parte del BCIE

Los emigrantes desempeñan un papel importante para el sostenimiento de la economía hondureña. Como se sabe, una de las principales fuentes de ingreso la constituyen las remesas que anualmente suman alrededor de cuatro mil millones de dólares en promedio.

En la presente etapa de crisis, el ingreso de las remesas es esencial para mantener con signos mínimos de movilidad al fisco. De ahí que las autoridades del Gabinete Económico y estudiosos de las finanzas han alertado sobre las dificultades que traería consigo un derrumbe en la entrada de remesas por razones de la pandemia.