Esta alerta se ha desencadenado debido al incremento de casos de malaria, una enfermedad transmitida por mosquitos, y la vigilancia de fiebre amarilla en esta región, que es una ruta crucial para los migrantes que se dirigen a Estados Unidos.
Según el comunicado de prensa emitido por la dependencia estatal, se ha observado un aumento alarmante de casos de malaria importada por migrantes en la zona. Hasta la semana epidemiológica 38, se han notificado 19 casos de malaria en migrantes en El Paraíso, fronterizo con Nicaragua.
De estos, la mayoría, 15 casos (87%), corresponden a migrantes venezolanos, uno a un peruano, otro a un ecuatoriano y cuatro son casos alóctonos, es decir, personas que no son originarias de la zona.
Los datos epidemiológicos revelan que hasta la fecha, la Región de Salud de El Paraíso ha reportado un acumulado de notificaciones de casos del 1.2% en relación a la población total, con una tasa de incidencia general del 0.37%.
Además, se destacó un caso particular de malaria importada por una mujer venezolana de 25 años que ingresó al país y fue diagnosticada con malaria en el Hospital Gabriela Alvarado, de Danlí, aunque posteriormente se fugó del hospital.
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Una enfermedad que resurge
Es importante resaltar que, aunque se ha declarado esta alerta, la fiebre amarilla no ha sido detectada en Honduras desde 1919.
A pesar de esta buena noticia, el gobierno hace un llamado a intensificar las acciones de vigilancia epidemiológica entre los migrantes en El Paraíso y promover la prevención y la atención en los establecimientos de salud públicos y privados para contener el brote de malaria.
La malaria, causada por el parásito Plasmodium transmitido a través de la picadura del mosquito anófeles, se manifiesta con fiebre intermitente, sudoración y escalofríos.
En el continente americano, 21 países enfrentan la amenaza de la malaria, y en Honduras, los casos han disminuido considerablemente desde 2010, logrando una reducción del 96% en la morbilidad en 2019 en comparación con 2010.
Esta alerta epidemiológica se produce en un contexto de crisis migratoria en Honduras. Según el Instituto Nacional de Migración (INM), desde el inicio de 2023, más de 419,000 migrantes han cruzado el país, con una mayoría procedente de Venezuela, Cuba, Ecuador y Haití.
La mayoría de ellos atraviesa la frontera por puntos ciegos, como Trojes, en el departamento de El Paraíso y al este de Tegucigalpa. Muchos de estos migrantes se ven obligados a mendigar en las calles mientras buscan el camino hacia la frontera con Guatemala.
La alerta epidemiológica por malaria en migrantes en el oriente de Honduras es un llamado urgente a la acción para abordar esta problemática de salud pública en medio de una crisis migratoria que requiere una atención integral y humanitaria por parte de las autoridades hondureñas y la comunidad internacional.
(Artículo de Javier Álvarez con el apoyo de la Inteligencia Artificial).
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