Un niño de siete años, identificado como Aliezer Alexander Ramos, murió tras ser atropellado por una motocicleta la tarde del jueves 6 de febrero de 2025 en la carretera que conduce de Tegucigalpa al oriente de Honduras, a la altura de El Arenal. Según un reporte del Diario Matutino de HRH, el menor fue embestido por Marcial Matute, un militar activo de la Policía Militar del Orden Público (PMOP). De acuerdo con la versión preliminar basada en la declaración de Matute, un perro se cruzó en su camino mientras conducía la motocicleta. Al intentar esquivarlo, el menor se atravesó inesperadamente y no pudo evitar el impacto. El niño sufrió graves heridas y, aunque testigos intentaron auxiliarlo, perdió la vida en el lugar. ¡Ay Padre, mi hijo! Momentos después, la madre del menor llegó a la escena y, entre lágrimas, exclamó con dolor: ¡Ay Padre, mi hijo! . Se conoció que el pequeño era originario de El Barrero, en la jurisdicción de El Arenal. Su cuerpo fue trasladado a la morgue capitalina para los procedimientos correspondientes. Alarma por muertes de menores en accidentes viales Con este caso, ya suman cinco los menores fallecidos en accidentes de tránsito en Honduras en lo que va de 2025. El primer hecho ocurrió el domingo 2 de febrero en el departamento de Cortés, donde una familia compuesta por tres niños y dos adultos sufrió un accidente fatal. Entre las víctimas estaban José Luis Castillo Sandoval (6 años), María José Borjas Dubón (5 años) y Heimy Alejandra Borjas Dubón (8 meses). Otro trágico incidente ocurrió la noche del miércoles 5 de febrero en la comunidad de La Montañita, San Juan de Opoa, Copán. Yanira Michell Ponce Barrera, de cuatro años, murió tras ser arrollada por un vehículo presuntamente conducido por un militar. Crecen los accidentes de tránsito en 2025 Según la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), en lo que va de 2025 se han registrado más de 500 accidentes viales, que han dejado un saldo de más de 84 personas fallecidas. Las motocicletas están involucradas en la mayoría de estos percances, lo que resalta la necesidad de mayor control y educación vial para prevenir más tragedias.