En el Hospital del Tórax no hay dinero ni para comprar hilos de cirugía ni guantes de látex, mientras en los laboratorios de imagen se quedaron sin químicos y otros insumos esenciales.

A las puertas de las siembras de primera y con el espectro de la sequía golpeando fuertemente a miles de familias campesinas, la secretaría de agricultura había ejecutado al recién pasado mes de abril, sólo el 50 por ciento de los 6 mil 660 millones de lempiras asignados.  

A principios del 2022 se le planteó al gobierno central como una prioridad nacional la inversión de unos 335 millones de dólares para mejorar la red de transmisión  y así garantizar el servicio de energía para la zona norte y el vasto departamento de Olancho.                          

El Ejecutivo logró en el mes de enero que el Congreso Nacional les aprobara el presupuesto general más abultado de la historia de Honduras.

La administración del Partido Libertad y Refundación ha dispuesto entonces de una chequera de 392 mil 519 millones de lempiras, 15 mil 960 millones de dólares al cambio actual, que sin embargo terminaron prácticamente reteniendo o escondiendo en una especie de baúl que Riccy Moncada terminó llamando la caja única del gobierno.

 En ella es donde presumiblemente está el dinero que la secretaría de salud ha venido pidiendo para pagar a personal sanitario los más de cinco meses de salarios que les deben, o en el caso de la Secretaría de Transparencia,  honrar los sueldos del personal que esa dependencia contrató para cumplir la promesa de la presidenta de luchar contra el flagelo de la corrupción.   

¿Dónde están los mil millones de lempiras que se le aprobaron en enero de este año a la recién creada Dirección Policial Antimaras y Crimen Organizado, que hasta ahora solo ha tenido acceso, apenas, a un cuatro por ciento de esos fondos millonarios, mientras el desbordado flagelo de la extorsión se cobró la vida de tres operadores del transporte en sólo 24 horas en Tegucigalpa?.

Un dato recientemente divulgado por el Fosdeh daba cuenta que al primer trimestre del año, un 29 por ciento de las 126 instituciones públicas existentes no habían ejecutado más que el 4 por ciento del presupuesto asignado.

Y entre ellas, carteras ministeriales e instituciones a través de las cuales se ejecuta la inversión pública al sector social. ¿qué es lo que hay detrás de esa inacción institucional y la denunciada retención de fondos, a pesar de que finanzas y su caja única guardan en sus bóvedas más de 40 mil millones de lempiras que ya debieron ser invertidos y ejecutados?

¿Acaso es que desde ya están "engordando" la "huaca electorera" a través de la cual se financia la compra de piñatas, confites y canastas de cara a la ya de por si cercana campaña política electoral?. 

En la bancada del PSH no encuentran otra razón más que esa para tratar de entender lo que para otros es una manifiesta ineficiencia en la ejecución presupuestaria, que lamentablemente ha terminado minando la atención de los problemas más ingentes y estructurales, y sumiendo en la desesperanza a un millón 700 mil hogares que ya vivían en la pobreza extrema,  robándole a más de 340 mil jóvenes, su derecho inalienable a conseguir y tener un empleo en Honduras.

La improvisación y la negligencia, combinadas con populismo y revanchismo político, han sido dolorosas tragedias que la población ha tenido que pagar a costa de su vida. Y bajo este nuevo gobierno, tampoco se valía que continuará este  desplome de las bases en las que aún se asentaba el presente y futuro del pueblo hondureño.

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