En la homilía de este domingo, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez invitó a los hondureños a reflexionar profundamente sobre el verdadero significado de la Navidad. Durante su mensaje dominical, el cardenal destacó la importancia de la solidaridad y cómo el ejemplo de la Virgen María llama a moverse en búsqueda de los más necesitados. En un mundo que a menudo se encuentra sumido en la tristeza y el agobio, Rodríguez instó a cuestionarse cómo ponerse en el camino para ser más solidarios. Refiriéndose al episodio de la Visitación en el Evangelio de Lucas, el cardenal subrayó cómo María, a pesar de su propia juventud y vulnerabilidad, busca ayudar a Isabel, una anciana embarazada y marginada en la sociedad de aquella época. Este gesto, destacó Rodríguez, encarna la verdadera solidaridad que todos debemos vivir, especialmente en tiempos de adviento, cuando la espera del nacimiento de Jesús nos llama a compartir con los más pobres y humillados. “En María se nos manifiesta lo que es la verdadera solidaridad humana”, afirmó el cardenal, “ella va al encuentro de quien más necesita”. Y es precisamente en este gesto que comprendemos el verdadero sentido de la solidaridad: no se trata solo de acciones puntuales, sino de un compromiso constante hacia el bienestar del prójimo. Durante la homilía, Rodríguez recordó que la visita de María a Isabel no es solo un momento histórico, sino que también es un llamado contemporáneo a salir de nosotros mismos y abrirnos a quienes están en necesidad. “Tenemos que preguntarnos cómo ponernos en camino cuando estamos preocupados, tristes o agobiados. Esta es la hora de movilizarnos para ser más solidarios”, enfatizó. El cardenal hizo hincapié en que el Evangelio de la Visitación nos invita a ser como María, portadores de vida, esperanza y alegría. “Nosotros también podemos ser portadores de Cristo, portadores de esperanza”, indicó. Asimismo, invitó a reflexionar sobre el mensaje de la Conferencia Episcopal, que a menudo pasa desapercibido en medio de los preparativos navideños. “Qué lindo que, antes de hacer la oración ante el pesebre y antes de la cena navideña, tomemos un momento para compartir este mensaje de solidaridad”, señaló. El cardenal instó a ser generosos en estos días, no solo compartiendo regalos o comida, sino también ofreciendo atención, paciencia y apoyo a quienes más lo necesitan. Rodríguez recordó que el saludo de María a Isabel, cuando ella “sintió el niño saltar de alegría en su vientre”, nos muestra el impacto que la presencia de María tiene en la vida de quienes la rodean. Este acto de compartir y estar presentes para los demás, dijo el cardenal, nos permite experimentar la presencia de Dios en nuestra vida. Al final de su homilía, Rodríguez instó a todos a reflexionar sobre cómo Dios ha visitado sus vidas en esta Navidad y cómo pueden responder siendo luz y apoyo para quienes están en necesidad. “Celebremos esta Navidad como la fiesta de la vida”, expresó, “porque tú, Señor, has venido como luz del mundo para todos nosotros”.