La medida de suspender las clases, que entrará en vigor el lunes 6 de noviembre, se toma en respuesta a las difíciles condiciones climáticas que han provocado inundaciones, deslaves, derrumbes y han dejado a ciertas comunidades incomunicadas.
El comunicado de la Secretaría de Educación, firmado por el secretario Daniel Sponda, señala que se suspenderán las clases presenciales por un período de 24 horas en las localidades que presenten dificultades, como las mencionadas inundaciones, deslaves o daños estructurales en centros educativos que representen un alto riesgo para los estudiantes.
Además, las clases también se suspenderán en aquellos centros educativos que no puedan llevar a cabo actividades académicas presenciales o que estén siendo utilizados como albergues, por lo que se instruyó a implementar acciones de atención remota de emergencia para garantizar la continuidad del año lectivo.
De igual manera, las autoridades educativas a nivel distrital, municipal y departamental tendrán la responsabilidad de monitorear el cumplimiento de estas disposiciones y deberán asegurar la atención a los estudiantes y reportando al nivel central cualquier incidencia en las zonas bajo su jurisdicción.
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La Secretaría de Educación también hizo un llamado a los estudiantes y padres de familia a mantenerse informada a través de los medios oficiales de las entidades competentes y a aquellos que viven en zonas vulnerables a estar atentos a las noticias para evitar posibles tragedias.
Honduras en alerta
Más temprano, la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias (Copeco) emitió alertas para todo el país en dos niveles diferentes: amarillo y verde.
En el norte de Honduras, en lugares como Santa Bárbara, Cortés, Yoro, Atlántida, Islas de la Bahía, Colón y Gracias a Dios, se encuentra bajo alerta amarilla debido a las condiciones climáticas.
Mientras que en Copán, Ocotepeque, Lempira, Intibucá, La Paz, Comayagua, Olancho, El Paraíso, Valle, Choluteca y Francisco Morazán se ha declarado alerta verde.
Por la tarde de este domingo, en el Distrito Central, el alcalde Jorge Aldana anunció una alerta amarilla debido a las fuertes lluvias que han afectado la capital hondureña en los últimos días.
Los efectos de las lluvias
Hasta el momento, se estima que alrededor de 45,000 personas han sufrido los efectos de las lluvias y muchas de ellas han tenido que ser evacuadas de sus hogares.
Además, se han registrado 65 tramos de carreteras afectados, 11 deslizamientos, 10 derrumbes y 198 viviendas dañadas, lo que ilustra la magnitud de la crisis provocada por las intensas lluvias en Honduras. Las autoridades continúan monitoreando de cerca la situación y tomando medidas para garantizar la seguridad de la población.
(Artículo de Javier Álvarez con el apoyo de la Inteligencia Artificial).
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