Una pena de 36 años de reclusión le aplicó el Tribunal de Sentencia al responsable del homicidio de Silvia Vanessa Izaguirre Antúnez, la doctora hondureña que falleció de un disparo en la cabeza, tras negarse a ser abusada sexualmente, en un asalto a un autobús que iba de Trujillo hacia Tegucigalpa.
El hecho, ocurrido la madrugada del jueves 29 de marzo de 2018, terminó con la vida de la profesional de la medicina y dos años más tarde, el responsable, identificado como Evin Adonis Ávila Flores, fue condenado el martes (13.10.2020) a 36 años de cárcel, acusado por los delitos de homicidio, agresión sexual y robo agravado en perjuicio de Silvia Vanessa Izaguirre Antúnez.
En ese sentido, el órgano judicial resolvió condenarlo a una pena de 19 años de reclusión por homicidio, siete años por agresiones sexuales y 10 años por robo con intimidación agravado.
El Tribunal también declaró culpables a José Alfredo Ortiz Ramos, Grebin Hernán Flores Sanabria y David Antonio Murcia Balderramos por los ilícitos de robo agravado, violación especial, homicidio y tenencia ilegal de armas de fuego en perjuicio de la doctora y otras personas.
Recuento de hechos
El Ministerio Público reseñó en sus elementos probatorios que Silvia Vanessa murió de un disparo en la cabeza, inferido por Evin Adonis Ávila Flores, cuando se negó a ser violada dentro del autobús en el que viajaba, luego de pasar vacaciones con una amiga en la ciudad de Trujillo, a finales de marzo de 2018.
La ahora occisa viajaba junto a otra joven en un bus autobús de la empresa Cotraipbal, sin embargo, a la altura de la aldea Marañones se subieron dos individuos, uno vestido de negro con máscara de mono y otro con capucha negra, mientras que un tercero se quedó en la puerta del conductor.
Acto seguido comenzaron a despojar de sus pertenencias a los pasajeros y luego se dirigieron adonde estaba la hoy occisa junto a su amiga.
Dentro del autobús y con los demás pasajeros de testigos, Evin Adonis obligó a la muchacha mediante amenazas para que le practicara sexo oral, pero cuando la mujer se negó a otra agresión sexual, el atacante le infirió el disparo en la cabeza, con el que le segó la vida.
