No es positivo el balance de las actividades del Congreso Nacional, cuando ha transcurrido menos de un mes desde que se instaló la legislatura y se encontró una salida a la crisis política dentro de ese Poder del Estado.
Es extensa la lista de las iniciativas que han sido aprobadas y de los proyectos que son debatidos o consensuados y que sectores mayoritarios los califican como “errados”, “groseros” o “abusivos” por sus consecuencias desfavorables.
Los críticos sostienen que los diputados no parecen estar guiados por una agenda que apunte hacia el mejoramiento de las condiciones sociales de la población, el crecimiento de la economía, la depuración de la política y el fortalecimiento de las instituciones.
Por ahora, sobresale la presentación de propuestas que son consideradas populistas, unas; de alto riesgo económico y social, otras; o muy politizadas, algunas de ellas.
El proyecto que contiene la eliminación de ciertas exenciones, es el asunto que ha provocado mayor controversia estos días. Diputados de la oposición y entendidos en finanzas, afirman que es un “paquetazo” que vendrá a incrementar la pobreza y la miseria.
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Quienes están en desacuerdo con el mencionado decreto enviado por la Secretaría de Finanzas, aseguran que la idea es recaudar unos 4,200 millones de lempiras mediante la aplicación de impuestos al rubro de la construcción y a los trámites bancarios y fiscales como por ejemplo el uso de tarjetas de crédito y debido, así como el envío y entrega de remesas.
Otro de los temas que ha causado desconcierto es el que tiende a cancelar la aplicación de la Prueba de Aptitud Académica en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Un sector de legisladores de Libre dice que ese requisito de ingreso es “malvado y perverso”, además de ser un “muro contra el cual impactan las expectativas de superación de los jóvenes”, porque cierra las puertas de la enseñanza superior pública. En rechazo a este concepto, los académicos señalan que la Universidad tiene autonomía y que la calidad educativa se vendría abajo si es masificada la recepción de alumnos.
Antes de que fuera provocada esa discusión alrededor de la vida universitaria, fue colocado sobre la mesa legislativa el planteamiento para dejar sin efecto el Empleo por Hora que ha abierto oportunidades de ingresos para 700,000 hondureños a nivel nacional.
Como es de dominio general, dicha iniciativa es socializada entre los empresarios y los trabajadores. Los primeros son del criterio que el cuerpo normativo debe ser evaluado, pero no derogado; los segundos, de su lado, piensan que el trabajo parcial debe desaparecer por suponer que violenta los derechos de los obreros.
Antes de este hecho controvertido, la Cámara Legislativa había puesto en juego lo que muchos califican como “intereses ideológicos” y “propósitos de hacer prevalecer la impunidad”, plasmados en la “amnistía política” que finalmente fue aprobada, sancionada y publicada.
Estos son los temas de mayor fricción que han sido conocidos por el Poder Legislativo, desde que fue inaugurada la primera legislatura el 25 de enero anterior.
Los cuestionamientos de diversos sectores están dirigidos a que la agenda legislativa es manejada con desorden, influenciada por muchos intereses ideológicos y gestionada con poca profundidad en cuanto a los alcances de las iniciativas elevadas a discusión y debate.
