Son varios los retos a los que debe enfrentarse el Gobierno que asuma el control de la nación en el período entre 2022 y 2026 para evitar que las finanzas se hagan pedazos y que el aparato socio-económico logre sobreponerse de la crisis.

Las autoridades que entren en funciones tendrán que hacer esfuerzos para buscar la estabilidad de las finanzas, cuyo manejo no ha estado en función de la capacidad económica.

Todas las tendencias indican que las acciones para enderezar el tema fiscal deben ser grandes y muy complicados, en opinión de los entendidos.

Y es que las finanzas hondureñas tienen una carga explosiva que no tarda en hacerse sentir, por dos vías: El aumento en los impuestos y mayor endeudamiento público.

Es necesario entrar en un proceso complicado que pasa por revisar la masa salarial (especialmente la alta burocracia), pero de manera integral.

Es prioritario, igualmente, darle un vuelco a la política de inversión pública que siempre es puesta en tela de juicio. Solamente para este rubro se pusieron a disposición el año pasado 25,000 millones de lempiras.

Tampoco pueden ser dejados al margen aquellos renglones que se prestan para negociaciones oscuras como las compras de bienes y servicios bajo la sombrilla del Estado.

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Las adquisiciones están sometidas a prácticas corruptas, en un alto porcentaje, lo cual es fácil de entender puesto que anualmente son erogados 54,000 millones de lempiras en la contratación de bienes y servicios.

¿Gasto excesivo frente a limitados ingresos?

Los gastos para consumo se han calculado en 72 mil millones en 2021; en 73 mil millones en 2022; en 79 mil millones en 2023; y en 87 mil millones en 2024.

En 2014, el gasto corriente fue de 73,500 millones; en 2015, pasó a 80,000 millones; en 2016, alcanzó los 83,000 millones; en 2017, 88,000; en 2018, fue de 94,000 millones y en 2019 rozó los 103,000 millones.

En suma, el desafío central que Honduras va a encarar en el próximo cuatrienio está focalizado en el alivio de los gastos corrientes ante una economía en crisis y unas finanzas tambaleantes.

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