La embestida del covid está yendo directo a las embarazadas y a la población joven que no tiene antecedentes de una condición especial de salud.
La alarma se ha encendido por el escenario que se presenta con particularidad en la zona norte. Los médicos del Seguro Social de la ciudad industrial revelaron que al menos cinco mujeres encinta fueron ingresadas en la sala de terapia extrema.
La población de jóvenes se ha convertido, igualmente, en uno de los grupos vulnerable de la pandemia, a juzgar por los datos relacionados con las víctimas mortales.
A nivel nacional los centros de triaje muestran un alza de entre 50 y 70 por ciento en el número de atenciones ofrecidas, en tanto que la presión sobre los hospitales de las principales ciudades del país es cada vez mayor.
En la última semana epidemiológica, los diagnósticos de covid se duplicaron, al pasar de 2,300 a 4,500. El 51 por ciento de los pacientes son mujeres y el 49 por ciento son hombres.
El patógeno que provoca SarCov2 está afectando a la población con más incidencia, lo que hace presumir a los expertos que Honduras vive una segunda oleada y que probablemente está a merced de la circulación de una nueva cepa.
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Las unidades de cuidados intensivos llegaron a su nivel de colapso y todo hace pensar que vienen semanas muy duras por la explosión de diagnósticos y de víctimas mortales. La pandemia se salió de control.
Hasta el 18 de enero, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER), confirmó que más de mil pacientes están ingresados en los hospitales; de ellos, cerca de 200 están en condición grave y más de medio centenar habían sido llevados a unidades de cuidados intensivos.
Los departamentos con la mayor tasa de letalidad son Comayagua, Copán, Santa Bárbara, Olancho, Lempira y Gracias a Dios, donde la relación es de tres a cinco muertos por cada cien infectados.
En esta nueva estocada del covid, Honduras se encuentra a la deriva porque no existe certeza de la llegada oportuna de la vacuna y porque tampoco han comenzado a operar los hospitales móviles comprados el año pasado por Invest.
¿A casi un año desde que fueron notificados los primeros expedientes, seguimos sin saber hacia dónde nos dirigimos en la atención de la pandemia?
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