El desempleo es uno de los principales problemas de la población hondureña y figura entre las causas de la pobreza, porque está relacionado con la falta de una fuente de ingresos para la adquisición de los bienes elementales.

Se estima que nueve de cada diez hondureños de la población económicamente activa tienen problemas de empleo y esta situación les arrastra hacia la pobreza.

Un estudio de la Universidad Nacional confirma que la pobreza en Honduras afecta a siete de cada 10 personas, mientras los reportes de organismos externos subrayan que el país tiene la tasa más alta de miseria a nivel del área centroamericana.

La investigación de la máxima casa de estudios de Honduras detalla que la pobreza relativa representada por los hogares que perciben ingresos menores al costo de la canasta básica de bienes y servicios, ha presentado un comportamiento más o menos estable a lo largo de los últimos años en un promedio de 21 por ciento.

En cambio, la extrema que incluye los hogares cuyos recursos son insuficientes para cubrir al menos los alimentos primordiales, se ha profundizado por la crisis económica actual y ha hecho que al menos el 53 por ciento de las familias se vean afectadas.

Las micro, pequeñas y medianas empresas son el sector que más puestos de trabajo generan; sin embargo, las expectativas no son tan optimistas por diversos factores: los costos de producción tienden a incrementarse por el ajuste en las tarifas de la ENEE, la inflación se ha disparado, la moneda se desliza y las finanzas del país están en franco desbalance.

La pérdida de empleo va de la mano con dos situaciones: la falta de inversión y la inseguridad jurídica. Estas son, justamente, dos circunstancias que se han acentuado en Honduras.

La población de empleados de Honduras pasó de dos millones 900,000 en 2010 a un poco más de tres millones 100,000 en 2013, un alza de 200,000 espacios de trabajo.

Entre 2015 y 2019, la población de ocupados dio un salto desde 3.6 millones a 3.9 millones, un incremento de alrededor de 300,000 trabajadores, pero en 2020 el número de empleos disminuyó en alrededor de medio millón.

Hoy día, nueve de cada diez hondureños de la población económicamente activa tienen problemas de empleo y esta situación les arrastra hacia la pobreza.

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