Honduras ya tenía suficiente con los efectos de la pandemia covid que ha derrumbado la economía en diez por ciento del Producto Interno Bruto y provocado el cierre de más de cuarenta por ciento de las empresas, además de la pérdida de medio millón de empleos.
La destrucción ocasionada por la tormenta Eta todavía no ha sido cuantificada, pero se estima que no es menor a 5 mil millones de lempiras.
El fenómeno natural que hace apenas unos días había afectado el país dejó más de setenta personas fallecidas, aunque esta cifra podría sobrepasar el centenar de víctimas, dos millones de pobladores impactados, más de cien carreteras dañadas y una veintena de puentes destruidos.
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La incertidumbre prima en cuanto a la devastación que podría generar la tormenta tropical Iota. Antes de su ingreso ayer martes, las lluvias arreciaron en los departamentos de Colón, Yoro, Atlántida, Cortés, Gracias a Dios, Olancho, El Paraíso y Francisco Morazán.
Más de diez mil personas habían sido evacuadas horas antes de que el meteoro hiciera ingreso en territorio hondureño y varias comunidades habían quedado incomunicadas, sobre todo en las regiones oriental, en tanto que en la capital las autoridades determinaron cerrar los puentes en previsión de situaciones catastróficas.
Desde ayer se presentaron eventos como la crecida y desbordamiento de ríos, caída de árboles, desprendimiento de techos y derrumbes que obstaculizaron tramos vitales como, por ejemplo, el corredor agrícola.
Se pronostica que este miércoles las precipitaciones continúen intensas en todo el territorio con consecuencias severas, dado que Eta había descargado grandes cantidades de agua y ocasionado derrumbes, saturación y deslizamientos.
El golpe por partida triple que ha recibido Honduras: La urgencia epidemiológica Covid y los fenómenos naturales Eta y Iota, harán que el país retroceda casi una década.
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Para retornar al punto en el que el país se encontraba en el primer trimestre de este año se necesitarán por lo menos diez años, de conformidad con los estudios preliminares realizados por especialistas.
Por ahora se han comenzado a trazar las líneas de la reconstrucción con el respaldo de los organismos regionales como el Banco Centroamericano de Integración Económica, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial.
Las tres instituciones se han comprometido a apoyar de forma coordinada a los países del área, entre ellos Honduras, la ejecución de un plan de de actuación a corto, medio y largo plazo para financiar ayuda humanitaria y tareas de rehabilitación.
Específicamente en Honduras, la construcción de siete represas en la zona sur, en el llamado corredor seco, será financiada con fondos del Banco Centroamericano de Integración Económica.
Es el primer paquete de asistencia a Honduras por parte de la institución regional. Solamente en el desarrollo de los estudios para dichas obras se invertirán siete millones de dólares.
Las organizaciones humanitarias están apresurando al máximo sus operaciones en el istmo centroamericano ante los daños causados por Eta y los que se ha anunciado que provocará Iota.
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