Hasta medio centenar de pacientes fallecen por covid cada 24 horas en el país, lo que representa que cada media hora se produce un deceso.

Lo que se avizora no es alentador. Los profesionales de las ciencias médicas que se dedican a estudiar e interpretar la curva epidemiológica, concuerdan que marzo será un mes que estará dominado por una elevación descontrolada en el número de contagios y en la cifra de muertos.

Los centros de triaje han llegado a su nivel de saturación. La cantidad de personas que asisten a tales unidades de evaluación por sospechas de haber sido infectados por el virus se ha duplicado, de manera que si antes acudían 300, ahora lo hacen 600 pacientes.

Adicionalmente, los triajes reportan un mayor porcentaje de sospechosos que llegan en estado crítico. Los doctores a cargo hacen esfuerzos desesperados por estabilizar a los enfermos, mientras aguardan por que se abra un espacio en la red de hospitales que también están ocupados en su casi totalidad.

Los establecimientos de atención primaria están operando como hospitales con una elevación en la cantidad de pacientes que fallecena las pocas horas de llegar.

A esta problemática se han agregado otros factores. Uno de ellos es que los centros de triaje no han sido fortalecidos con recursos financieros ni con personal especializado.

Varios de tales centros, entre éstos algunos instalados en Yoro, Atlántida y Olancho, han estado en riesgo de cerrar o ya están clausurados, debido a problemas en cuanto a la escasez de insumos, distribución de pruebas de detección de baja eficacia, número reducido de equipo de protección y el retraso en el pago de sueldos y salarios al personal.

Otro de los elementos que incide en el agravamiento de la pandemia es que los hospitales tampoco han sido reforzados en todas sus capacidades logística, administrativa y de atención de emergencia.

Hay que mencionar una tercera circunstancia que condiciona las proyecciones epidemiológicas para marzo. Y es que los comicios primarios del 14 de marzo y el feriado de verano influirán grandemente en el ascenso desordenado de los contagios y de los fallecimientos por el nuevo virus.

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El 20 por ciento de los fallecidos por covid se concentran en 2021, lo que se traduce en que uno de cada cinco decesos corresponden al primer bimestre de este año.

Francisco Morazán es el departamentos donde se ha incrementado más la cantidad de víctimas mortales, junto con los territorios de Comayagua, Cortés y Atlántida.

Los informes revelan que Comayagua y Copán sobresalen porque tienen el porcentaje de letalidad más elevado, entre el cuatro y el cinco por ciento, frente al 2.4 por ciento que corresponde al nivel nacional.

Se sitúan después los departamentos de Lempira, Olancho, Santa Bárbara, Gracias a Dios, Atlántida, Cortés y Colón, con un rango entre 3.4 y 2.4 por ciento.

Para que Honduras adquiera la inmunidad de rebaño que permitiría bajar sustancialmente los contagios y los decesos, tendría que ser inoculado al menos el 70 por ciento de la población. Por ahora, los pronósticos no son buenos por el manejo desacertado de la emergencia y porque la población ha bajado la guardia.

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