El mercado ha vencido al Estado nuevamente, no es algo que debe sorprender a nadie. Intentar manipular las dinámicas de los mercados es como tratar de manipular el curso del rio Nilo o incluso detenerlo. Se podrán construir puentes o muros, pero estos serán demolidos por la fuerza de la naturaleza. Debemos tener claro que cuando un Estado o Gobierno intenta manipular o incidir en los mercados, es una pretensión de querer manipular e incidir en la vida de los ciudadanos. Es igual de dañino que cuando un Gobierno pretende prohibir que se beba café o se escuche reggaetón. Finalmente, la población va a llevar a cabo las actividades que mayor utilidad le generen, con la agravante de ocasionar un mercado negro de café o de música. Algo similar ha sucedido en el país, a pesar de que las autoridades aseguraron que no se generaría un mercado negro en el país, finalmente ha sucedido y prueba de ello es que tuvieron que publicar un comunicado amenazante advirtiendo con sanciones a los que vendieran dólares sin estar autorizados por el gobierno. Las decisiones políticas de las autoridades del Banco Central no solo han ocasionado un mercado negro de dólares, sino una fuga de divisas severa, así como una caída en las reservas de dólares de más de 1,000 millones en 2023, y cayendo diariamente en 2024. Finalmente, el Banco Central de Honduras ha tenido que ceder no ante el Fondo Monetario Internacional, no nos equivoquemos, ha tenido que ceder a las fuerzas del mercado. El Banco Central de Honduras dio un severo ajuste hacia el alza de la Tasa de Política Monetaria pasando de 3% a 4%, lo que ocasionará un aumento en el crédito para la población y las inversiones. Muy pronto también se verán obligados a devaluar mucho más el lempira frente al dólar, ya que con el ajuste de la TPM no será suficiente para salvar la caída estrepitosa de las reservas. Por mucho tiempo se le advirtió a las autoridades del actual Gobierno que las decisiones del Banco Central de Honduras deben ser en base a criterios económicos y técnicos así como en función de la realidad que vivimos. Honduras no tiene una política monetaria independiente, estamos sujetos a las decisiones que tome el Banco Federal de Estados Unidos, así como el resto de los países centroamericanos que tienen moneda propia y no el dólar como moneda en curso. Lamentablemente, las autoridades del Banco Central de Honduras intentan engañar a la población argumentando que la decisión de aumentar las tasas de interés es para reducir la inflación, pero surgen las siguientes interrogantes acerca de este argumento: Si aumentar la Tasa de Política Monetaria es necesario para reducir la inflación, ¿por qué no lo hicieron en 2022 cuando estábamos cerca de un 10% de inflación?Se supone que el Banco Central de Honduras logro reducir la inflación a menos de un 5%, entonces ¿para qué subir la TPM ahora?¿Qué va a suceder en los próximos 6 meses cuando el Banco Federal de Estados Unidos suavice su política monetaria y reduzca las tasas de interés? Es por esta razón que debemos estar claros que el Estado no ha podido, no puede, y nunca podrá contra las dinámicas de los mercados.