Casi una veintena de integrantes de asociaciones ilícitas de El Salvador han sido detenidos en territorio hondureño, donde han llegado huyendo de las medidas tomadas para contener sus acciones en la vecina nación.
La movilización de mareros salvadoreños hacia Honduras hace suponer mayor riesgo de inseguridad en el país, donde hay zonas enteras con una alta incidencia de criminalidad provocada por los pandilleros.
La Policía salvadoreña ha detenido a casi 28,000 miembros de asociaciones ilícitas en un mes y medio desde que el gobierno del presidente Nayib Bukele les declaró la guerra a dichas estructuras calificadas como criminales y consideradas responsables de la ola de homicidios desatada en aquel país.
En Honduras, las acciones perpetradas por las maras y pandillas siguen siendo la principal causa del desplazamiento interno por violencia.
Un estudio sobre las características del fenómeno del desplazamiento, concluye que un 48 por ciento de los responsables del mismo son maras y pandillas
En los últimos 14 ò 15 años, cerca de 250,000 personas han debido huir, porque su vida ha sido puesta en riesgo por parte de los integrantes de asociaciones ilícitas.
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Son cerca de 60,000 hogares movilizados a la fuerza, en su mayoría radicados en los departamentos de Cortés, Francisco Morazán, Olancho, Atlántida, Yoro y El Paraíso.
Las ciudades más afectadas siguen siendo San Pedro Sula, Choloma, el Distrito Central, La Ceiba, Tocoa, Comayagua y El Progreso y, más recientemente, municipios importantes de El Paraíso.
El narcotráfico, el sicariato, los homicidios, los asesinatos y la extorsión, son las principales expresiones de inseguridad que predominan en las zonas señaladas.
Siete de cada diez núcleos familiares reportan que han tenido que huir de su casa, debido a que han sido víctima de uno o más hechos de violencia.
Más de 80 por ciento de los que se van para salvar su vida, tiene la intención de quedarse en el territorio de refugio, el resto quieren reubicarse o salir del país.
Un documento sobre la violencia en el Triángulo Norte, elaborado por organismos de la sociedad civil y la Universidad Nacional, hace unos cinco años, revela que se ha incrementado la cifra de personas que han debido movilizarse, víctimas del acoso de los malhechores, incluidos integrantes de maras y pandillas.
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