El hallazgo de los cuerpos se produjo la tarde del jueves 14 de marzo en una vivienda ubicada entre las calles 15 y 16 del barrio Cabañas en San Pedro Sula, Cortés, al norte de Honduras.

Las descripciones de las imágenes muestran a la niña tendida en el suelo con manchas de sangre, mientras su madre está recostada sobre una cama en una habitación. Ambas mujeres llevaban al menos tres días fallecidas, y vecinos alertaron sobre un mal olor que emanaba de la vivienda.

Inmediatamente, se comunicaron con las autoridades y se descubrió la dantesca escena. Se presume que la mujer habría utilizado un arma cortopunzante para acabar con la vida de su hija y luego se habría infligido heridas en las venas hasta desangrarse.

¿Deprimida?

Deprimida y afectada por la pérdida de su pareja en España, según el relato de vecinos, Paola Fernández regresó a Honduras sumida en una profunda depresión, lo que podría haberla llevado a cometer los actos de violencia y suicidio.

Esta versión será investigada por las autoridades correspondientes para confirmar o descartar su veracidad.

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Una víctima cada 20 horas

En cuanto al tema de los suicidios, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos expuso que el suicidio se ha convertido en una de las principales causas de muerte en Honduras, con un registro de una víctima cada 20 horas.

Según el Conadeh, las muertes por suicidio son el resultado de factores psicológicos, biológicos y sociales que requieren tratamiento.

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