Es saludable y se espera que los propietarios individuales (o futuros propietarios) tengan perspectivas diferentes, y el deseo de anular esas perspectivas, en lugar de arriesgarse a agitar el barco con diferencias de opinión, a menudo es contraproducente.
Si su familia no está discutiendo ninguna idea contrapuesta, es probable que esté evitando conversaciones sobre temas importantes.
Según nuestra experiencia, la falsa armonía puede ser mucho más dañina que los fuegos artificiales, porque hace que las familias eviten tomar decisiones difíciles, pero importantes, sobre el negocio o la familia.
La falsa armonía también puede crear resentimiento en la familia. Las personas no sienten que pueden expresar sus intereses u opiniones por miedo a crear conflictos. Puede que los problemas no se hayan expresado, pero eso no significa que hayan desaparecido.
La falsa armonía también sofoca la innovación. Las familias pueden ser una cornucopia de grandes ideas, pero cuando las personas no comparten ideas porque tienen miedo de "sacudir el barco", las empresas y los propietarios de familias pierden oportunidades para innovar.
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La falsa armonía también retrasa las transiciones generacionales, al limitar las conversaciones y la colaboración entre generaciones. Sin esas conversaciones, es posible que la generación mayor no aprenda a confiar en la generación más joven, y viceversa.
Y es posible que la generación más joven no comprenda las intenciones y el enfoque de la generación mayor, y se sienta cada vez más frustrada por el ritmo del cambio.
Quizá lo más importante es que la falsa armonía puede conducir a lo que llamamos un "evento culminante", un conflicto no abordado que crece y crece con el tiempo, hasta que estalla en discusiones mucho más serias y complejas.
Los acontecimientos abruptos pueden desgarrar la estructura de una familia y limitar su capacidad para tomar decisiones importantes de forma conjunta.
Eso no quiere decir que la falsa armonía sea irracional; la mayoría de las familias tienen mucha memoria. Una opinión diferente mal recibida o en el contexto equivocado puede estallar en un conflicto dañino. Si interrumpe la armonía familiar, su familia puede recriminarle esto por el resto de su vida.
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Entonces, incluso si reconoce que la falsa armonía está frenando su negocio familiar, debe actuar con cuidado. No es necesario que se meta con una larga lista de quejas. La evasión estratégica puede ser una táctica sensata de negociación temporal mientras espera hasta el momento adecuado para plantear un tema difícil.
A menudo, el evento culminante que desencadena un conflicto abierto después de un largo período de falsa armonía es aparentemente pequeño por sí solo, pero los meses o años de guardar silencio sobre otros desacuerdos también están presentes en ese momento.
Por eso, cuando explota, puede resultar difícil reparar el daño. Y cuando eso sucede, meses, años o incluso décadas de progreso como familia y grupo de propietarios se pueden deshacer.
Por supuesto, lo que constituye un conflicto excesivo (a diferencia de un desacuerdo constructivo) depende de la cultura familiar y de la interpretación personal. Algunas familias pueden tolerar más fácilmente el conflicto que otras, y el grado en que las personas dejarán estoicamente de lado sus intereses personales para apoyar la causa común también varía.
Sin embargo, los signos de falsa armonía son comunes, independientemente de la cultura familiar.
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