En 60 por ciento se reducirá el derrame económico en la presente Semana Santa, a consecuencia de las condiciones excepcionales que priman en el país y que han derivado en restricciones de diversa índole en el presente período de vacaciones.
De conformidad con las proyecciones de las autoridades e inversionistas ligados con la industria turística, el circulante que dejará la movilización de unos dos millones de veraneantes tendrá una variación entre 3,000 y 5,000 millones.
En el mismo período de los años precedentes, la temporada permitió un desplazamiento de cuatro millones de personas y el manejo de 7,000 u 8,000 millones de lempiras.
La Comisión Nacional en Movilizaciones Masivas (CONAPREMM), conformada por 25 organizaciones de contingencias, seguridad, socorro y atención primaria, ha desplegado más de 30,000 personas en cerca de 800 puestos de control.
Hasta el fin de semana, los pequeños hoteles reportaban una ocupación del 80 por ciento y los de mayor oferta tenían una reservación de alrededor del 30 por ciento.
Las autoridades de Salud tienen habilitados 83 sitios de atención y 50 unidades de supervisión sanitaria en 40 ciudades del país, dentro de un plan de contención del nuevo virus
Como se sabe, los especialistas en epidemiología, han alertado que el desplazamiento y la aglomeración de vacacionistas podrían derivar en un alza de 30 por ciento en el número de casos de Covid 19.
En previsión de un escenario más grave, se ha dispuesto limitar el ingreso en las playas y balnearios que deben estar abiertos entre 5 de la mañana y 6 de la tarde.
Además, están prohibidos los conciertos, el servicio en bares y discotecas, así como las excursiones y organización de eventos que provoquen el congestionamiento de los veraneantes.
A los empleados públicos se les ha concedido el feriado de la Semana Mayor entre el lunes 28 de marzo y el viernes 2 de abril, mientras a los colaboradores del sector privado se les ha aprobado asueto entre el viernes 1 y el domingo 2 de abril.
Éste es el segundo año consecutivo en el que los hondureños conmemoran la Semana Santa en plena pandemia covid-19 de consecuencias impredecibles.
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