Al menos 20 muertes relacionadas con violencia política se han perpetrado entre diciembre de 2020 y el 15 de septiembre de 2021: Siete en el Partido Liberal, ocho en el Nacional y cinco en Libre.

Y si la revisión de los datos es extendida al mes en curso se tienen tres homicidios más para un total de 23 en el lapso que ha sido mencionado, un incremento del cien por ciento respecto a lo sucedido en 2017, cuando se reportaron 12 muertes violentas.

Se destacan los casos de Miguel Carrión, asesinado en San Pedro Sula, Cortés, a inicios de este año; del líder Félix Vásquez, en el departamento de La Paz; y de la ex diputada Carolina Echeverría, para sólo mencionar algunas referencias.

Un informe del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional, analiza los factores que inciden en el escenario político-proselitista en sus manifestaciones más diversas de violencia criminal.

Este tipo de conducta que, en algunos casos llega a saldarse con el extremo de homicidios vinculados -de una u otra manera- con pugnas políticas,  incluye agresiones a los líderes, dirigentes y simpatizantes, junto con sus familias.

Se da a través de mensajes de advertencia, agresiones o de amenazas de secuestro o atentados que son llevados a su culminación.

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En el período entre finales de 2020 y septiembre de 2021, se produjeron no menos de medio centenar de escenas violentas, confrontaciones viscerales y agresiones desmedidas.

El 47 por ciento de tales hechos fueron cometidos en la vía pública, el 19 por ciento tuvieron lugar en las casas de habitación, mientras que seis de cada diez eventos se consumaron con arma de fuego.

El estudio del Observatorio de la Violencia detalla que los departamentos con el mayor número de actos de violencia con tinte político son Francisco Morazán y Cortés.

En el primero se contabilizaron seis coacciones y un atentado, mientras en el segundo comprendido se perpetraron dos homicidios, un rapto, una coerción y cuatro amenazas contra líderes, dirigentes o simpatizantes políticos.

En Olancho se contabilizaron tres homicidios y un atentado; en Atlántida se cometieron tres muertes; en Colón, dos; La Paz y Lempira aparecen con uno en cada parte.

Las víctimas de la violencia política en el lapso diciembre de 2020 y mayo de 2021 son: Un ex alcalde, un postulado a ese cargo, un postulado a regidor, un ex regidor, un candidato a la Presidencia, dos simpatizantes, cuatro votantes, cuatro precandidatos a diputados, ocho dirigentes y nueve militantes.

Los hondureños reclaman el desarrollo de actividades políticas con responsabilidad y raciocinio que no sean conducidas al aliento de la violencia. Esto pasa por una consciencia nacional sacudida hasta sus fibras más sensibles para que todos los actores de la actividad política asuman su responsabilidad en un tiempo de crisis.

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