El golpe que ha propinado la pandemia covid-19 a la economía nacional es demoledor.

De acuerdo con las estimaciones del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), las pérdidas ocasionadas por las medidas de contención se cuantifican entre 100,000 y 120,000 millones de lempiras.

El sector que ha recibido un impacto aplastante es el de las pequeñas y medianas empresas. La paralización del aparato productivo podría llevar, al término de 2020, al cierre de siete de cada diez emprendimientos. En abril, la muerte fue declarada para el 40 por ciento de los negocios.

Un análisis elaborado por la Universidad Nacional Autónoma, resalta que la recuperación económica de Honduras será un proceso lento y gradual, que requiere de un equilibrio entre un alza de las actividades productivas y la protección de la salud pública.

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En el documento formulado por académicos de la máxima casa de estudios se determina que la contracción económica de Honduras está alcanzando niveles tan significativos que la apertura plena no será suficiente por sí misma para la reactivación.

Incluso, la recuperación del Producto Interno Bruto no será posible si este propósito no está en el contexto de un plan integral, de un esquema bien pensado y de líneas bien trazadas dirigidas a la inversión, el ahorro en el gasto corriente, la creación de empleo masivo, el alivio de la pobreza y el balance entre lo económico y lo social.

Los conocedores del manejo de las finanzas no tienen duda que Honduras tendrá que contratar nuevos préstamos, lo que significa llevar a sobregiro el endeudamiento del país, además de hacer ajustes fiscales que se interpretan como nuevas cargas tributarias.

Honduras no presentaba una caída de su economía tan drástica desde la crisis política de 2009, cuando el Producto Interno Bruto se desplomó en 2.4 por ciento, después de experimentar un incremento sostenido de 6.5 por ciento en el período entre 2007 y 2008.

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Desde 2010, el crecimiento del sistema productivo ha tenido una variación entre cuatro y cinco por ciento, pero en 2019 la economía nacional sufrió un proceso de “desaceleración”, camino a una recesión.

La emergencia epidemiológica trajo consigo efectos catastróficos. Al término de 2020, como resultado de la pandemia de covid, la economía hondureña retrocederá entre ocho y diez por ciento del Producto Interno Bruto.