La hondureña que fue abatida a balazos el martes por un guardia de seguridad de un yonker, en el bulevar del Este de San Pedro Sula, había protagonizado minutos antes de su muerte otro tiroteo en la zona norte de Honduras.

La víctima identificada como Keren Esther Ballesteros Castañeda, de 20 años de edad, pertenecía según las autoridades a una estructura criminal, dedicada a ilícitos entre ellos el cobro de extorsión.

La joven antes de ser asesinada había protagonizado un tiroteo a eso de las 10:30 de la mañana del 12 de julio, en el barrio Barandillas de San Pedro Sula.

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De acuerdo con la información preliminar, la fémina junto a otro de sus cómplices llegó a un autolote en el barrio Barandillas para dejar un celular y una nota extorsiva.

Una vez estando en el lugar, el propietario del negocio repelió a tiros a la pareja, quienes se conducían en una motocicleta y ante los disparos la dejaron abandonada en la zona.

Durante el hecho, no se registraron personas heridas, de acuerdo con la información preliminar.

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Horas después, específicamente a eso de las 2:00 de la tarde, se registró otro tiroteo en un yonker sampedrano, entre la ahora occisa y el guardia de seguridad del local.

Debido al cruce de fuego, la hondureña falleció quedando su cuerpo frente al negocio, a la par de ella quedó una pistola y en su mano derecha la nota de extorsión que iba a entregar al propietario del lugar con la leyenda "Contesten el teléfono".

Además, en el tiroteo el guardia de seguridad del comercio de repuestos de carros resultó herido, mismo que fue enviado a un centro asistencial de la ciudad industrial.

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