La única vez que la empresa saltó a los titulares fue cuando se vio envuelta en quejas por el costo elevado de la insulina. Entonces, en 2021, un ensayo de su medicamento para la diabetes, b(semaglutida), encontró que las personas que lo tomaban perdían peso; hasta un 15 por ciento de su masa corporal.

El entusiasmo por el medicamento ha mantenido a Novo Nordisk en los titulares. Su valor de mercado casi se ha cuadruplicado en los últimos cinco años. A principios de este mes, alcanzó los 444,000 millones de dólares, con lo que desbancó a LVMH, proveedor de artículos de lujo, de su puesto de empresa más valiosa de Europa.

El principal rival de Novo Nordisk, Eli Lilly, que tiene un medicamento similar llamado Mounjaro (tirzepatida), vale 522,000 millones de dólares, más de cuatro veces lo que valía a principios de 2019.

Pero no solo los inversionistas brincan de gusto. Hace poco, el banco Morgan Stanley calculaba que las ventas mundiales de este tipo de fármacos para el control del peso podrían alcanzar los 54,000 millones de dólares anuales en 2030. Ahora, la cifra asciende a 77,000 millones de dólares.

En comparación, el año pasado recaudaron 2,400 millones de dólares. La promesa de bonanza está atrayendo a imitadores.

Entre ellos hay grandes farmacéuticas (por ejemplo, Amgen, Boehringer Ingelheim y Pfizer), otras no tan grandes (Jiangsu Hengrui, Structure Therapeutics), así como empresas biotecnológicas emergentes (Carmot Therapeutics en California, Gmax Biopharm y Sciwind Biosciences en Hangzhou).

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No es la primera vez en la historia de la industria farmacéutica que una clase de fármacos pasa inadvertida, para luego desencadenar una fiebre del oro cuando surge un medicamento exitoso.

La llegada del Prozac (fluoxetina) en 1987 dio lugar a muchos competidores, lo que causó que apareciera la amplia gama de antidepresivos similares actualmente disponibles. Los nuevos fármacos para el control del peso esperan superar a los pioneros, tal como sucedió con algunos de los rivales del Prozac.

Un fármaco que pudiera tragarse en lugar de inyectarse, como es el caso de Mounjaro y Wegovy, la versión para adelgazar de Ozempic, sería una mejora importante. Se espera que la empresa anuncie sus planes de ensayos nuevos a fines de este año.

Asimismo, las empresas se están esforzando mucho por limitar los efectos secundarios de los medicamentos. Los fármacos disponibles en la actualidad provocan náuseas a muchas personas.

Esto puede hacer que algunos pacientes dejen de tomarlos, lo cual es un problema dado que su efecto supresor de la grasa desaparece en cuanto dejan de administrarse. Novo Nordisk está experimentando con la adición de una hormona llamada amilina, con la que espera que Wegovy sea más tolerable.

También hay esfuerzos en curso para que los fármacos sean más eficaces y duraderos. Se está estudiando si pueden ayudar a los pacientes a contrarrestar otros comportamientos compulsivos, como el alcoholismo, y hay ensayos para ver si aportan mayores beneficios para la salud.

Un ensayo reciente demostró que Wegovy podía reducir en un 20 por ciento el riesgo de muerte de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular y otras causas cardiovasculares.

Sin embargo, aún no se sabe qué tan útiles serán estos medicamentos para otros objetivos además de la pérdida de peso. A pesar del prometedor ensayo de Wegovy, Airfinity, una empresa de análisis, calculó hace poco que sería necesario tratar con él a 63 personas durante tres años, con un costo conjunto de 1,1 millones de dólares, para evitar una muerte cardiovascular.

Sin embargo, más datos sobre los beneficios médicos de estos fármacos también podrían aumentar su valor percibido.

A su vez, esto los haría más interesantes para quienes pagan la factura, como los sistemas públicos de salud o las aseguradoras privadas. Su costo elevado pone nerviosos a esos pagadores, sobre todo porque los fármacos, en su versión actual, deben tomarse de manera indefinida.

En Europa, los precios oscilan entre 170 y 357 euros (180 y 375 dólares) al mes, en cambio en Estados Unidos, el precio de lista de Wegovy es de unos 1350 dólares al mes. Las aseguradoras médicas se muestran prudentes: hasta ahora, solo 40 de los 110 millones de estadounidenses con obesidad tienen acceso a los medicamentos a través de su seguro médico.

Raymendo Stevens, director de Structure Therapeutics, afirma que el futuro a largo plazo de los precios sigue siendo incierto. La competencia de empresas como la suya podría hacer que los precios disminuyan.

Por otro lado, las innovaciones en la administración o la tolerabilidad podrían volver a subirlos. El corto plazo es más previsible. A pesar de los esfuerzos de Eli Lilly y Novo Nordisk por aumentar la producción, la demanda de un mundo con sobrepeso seguirá superando a la oferta. Esa es la fórmula perfecta para tener beneficios saludables.

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