Una de las razones detrás de esta escalada de feminicidios es la posición de poder que algunos hombres creen tener sobre las mujeres en sus relaciones sentimentales, de acuerdo con Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Ayestas explicó a El Informativo del Mediodía, de HRN, que algunos hombres consideran que, al establecer una relación marital, conyugal o de pareja, tienen el derecho de controlar el cuerpo, el pensamiento y las acciones de las mujeres.

Esta violencia de género se manifiesta con saña, odio y desprecio, lo que refleja una profunda problemática social.

El peligro inminente

El 60.3% de las muertes violentas de mujeres hasta 2021 en Honduras fueron feminicidios, lo que subraya la magnitud del problema, según la representante del Observatorio de la Violencia.

Asimismo, indicó que las mujeres se encuentran en constante riesgo, independientemente de su nivel educativo, su situación económica, su profesión o su lugar de residencia y que el simple hecho de ser mujer las coloca en una posición vulnerable.

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Las regiones más afectadas

En términos geográficos, el departamento de Cortés lidera las estadísticas de violencia contra la mujer, seguido por Francisco Morazán, Comayagua, Olancho y Atlántida, detalló Ayestas.

Esta problemática afecta a mujeres de diversos ámbitos, desde amas de casa hasta profesionales universitarias y comerciantes, por lo que apuntó que no se trata de una situación que discrimine en función de la ocupación.

Urgencia de denuncia e investigación

Ante cualquier forma de violencia de género, es fundamental que las víctimas denuncien para establecer precedentes y buscar a los responsables. Sin embargo, el proceso de investigación y judicialización debe ser más rápido y efectivo.

Actualmente, el 95% de los casos de feminicidio en Honduras quedan impunes, lo que impide que se haga justicia, según Ayestas.

Un llamado a la acción

Por lo anterior, es necesario reducir los tiempos procesales y garantizar una investigación más ágil de los casos de feminicidio. Migdonia Ayestas enfatizó que no es suficiente con prometer la reducción de la impunidad; es imperativo que el Estado actúe de manera efectiva y contundente.

De igual manera, indicó que las familias suelen identificar a los posibles agresores, pero se requiere una sólida evidencia para poder llevar a cabo la judicialización.

Problema latente

En Honduras, la violencia contra las mujeres ha alcanzado proporciones alarmantes, cobrando la vida de miles de mujeres en circunstancias violentas. La impunidad es una de las principales barreras para la justicia en estos casos.

Según datos del Centro de Estudios de la Mujer, entre 2018 y mediados de 2023, aproximadamente 2,000 mujeres perdieron la vida de manera violenta en el país, y lo que es aún más alarmante es que el 95% de estos crímenes permanece en la impunidad.

(Artículo de Javier Álvarez con el apoyo de la Inteligencia Artificial).

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