Según el último informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de las Naciones Unidas, denominado 'Necesidades Humanitarias y Plan de Respuesta Honduras', la nación centroamericana se enfrenta a una serie de desafíos ambientales y socioeconómicos amplificados por este fenómeno climático.
El fenómeno de El Niño y su impacto climático
De acuerdo con el organismo, se espera que el fenómeno de El Niño influya fuertemente en el clima de Honduras, provocando sequías prolongadas e intensas en áreas críticas para la agricultura, así como alterando el patrón de lluvias estacionales.
Los pronósticos indican una reducción en las precipitaciones durante la temporada de lluvias, lo cual afectaría negativamente los ciclos de cultivo de alimentos básicos como el maíz y el frijol.
Esta situación podría resultar en una disminución de los rendimientos agrícolas, pérdida de cultivos y un aumento en la inseguridad alimentaria y nutricional.
¿Y los efectos en la economía?
Según OCAH, los eventos climáticos derivados del fenómeno de El Niño derivan en un desabastecimiento de alimentos, lo cual impacta también en condiciones de algunos servicios básicos, como el agua potable.
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"Los hogares se ven forzado a desplazarse o a buscar mecanismos de afrontamiento negativo. La economía doméstica de los hogares hondureños, especialmente de aquellos socioeconómicamente vulnerables y dependientes de cultivos y cosechas, se ve seriamente afectada", apuntó el informe de OCAH.
Y agregó: "Las onsecuencias de la inflación y el aumento del costo de alimentos, debido a las pérdidas en agricultura y ganadería, restringen el acceso a alimentos par una dieta equilibrada. Esto lleva a un incremento en la desnutrición, especialmente en menores de edad y hogares en movilidad, y a un incremento de la violencia intrafamiliar y basada en género".
Impacto en la seguridad alimentaria y nutricional
La inseguridad alimentaria, exacerbada por el fenómeno de El Niño, representa una amenaza crítica para Honduras. Se estima que aproximadamente 2.4 millones de hondureños enfrentarán inseguridad alimentaria aguda, con más de 2 millones en situación de crisis alimentaria y 352,000 en emergencia, según el informe.
Es así que las proyecciones indican que las familias experimentarán niveles más extremos de pobreza, con una dependencia creciente en estrategias de afrontamiento negativas que podrían llevar a un aumento de la desnutrición y agravar los riesgos de protección en un contexto de violencia persistente.
Además de los impactos directos en la agricultura y la seguridad alimentaria, El Niño también plantea riesgos adicionales para Honduras, incluyendo la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos como tormentas tropicales y huracanes.
Estos eventos climatológicos pueden provocar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra, poniendo en riesgo vidas y medios de subsistencia, y exacerbando las necesidades humanitarias en general.
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Efectos en el sistema sanitario
La situación se complica aún más por emergencias sanitarias como la gripe aviar y el gusano barrenador, así como por la posible intensificación de brotes de dengue en 2024, cuyo impacto se ve agravado por el cambio climático y la movilidad humana.
La capacidad del sistema de salud para manejar estas emergencias, especialmente en el contexto de un brote severo de dengue, podría verse desbordada, según OCAH.
¿Y cómo prevenirlo?
De acuerdo con la entidad de Naciones Unidas, la respuesta humanitaria debe adaptarse a la compleja interacción de desafíos que enfrenta Honduras, incluyendo los impactos directos e indirectos de El Niño.
Por lo anterior, es imperativo que la comunidad internacional, los actores humanitarios y el Gobierno hondureño coordinen sus esfuerzos para fortalecer la resiliencia de las comunidades más vulnerables y desarrollar estrategias de mitigación efectivas.
(Artículo de Javier Álvarez con el apoyo de la Inteligencia Artificial).
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