La Fiscalía General de El Salvador realizó el martes allanamientos en las oficinas de los principales centros penales del país, en busca de evidencias que comprueben los supuestos vínculos del presidente de la nación Nayib Bukele con las pandillas salvadoreñas.
Los registros realizados surgieron a raíz de las publicaciones del periódico digital El Faro que señalan supuestas reuniones, no solo de Bukele, sino de altos funcionarios del gobierno con las pandillas para lograr acuerdos con miras a la reducción de homicidios a cambio de beneficios penitenciarios.
Los registros se realizaron en las oficinas de la Dirección General de Centros Penales y de forma simultánea en el penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, en La Paz, y en la prisión de Izalco, en Sonsonate, según informó El Salvador.com.
La semana pasada, cuando surgió la publicación, el director de Centros Penales, Osiris Luna, permitió a varios medios de comunicación ingresar a algunas prisiones para constatar que los pandilleros contrarios permanecían revueltos en las mismas celdas sin ningún tipo de privilegio, como una forma de descartar los supuestos vínculos del gobierno con los criminales.
Por su parte, el gobierno ha reiterado que ningún funcionario señalado ha tenido encuentros con los criminales. Y el presidente Nayib Bukele salió al paso de las acusaciones y fiel a su estilo respondió a través de sus redes sociales.
"Jajaja de verdad pensé que saldrían con algo por lo menos lógico. Una de las notas de más ridículas que he visto", comenzó diciendo.
"¿Acaso no son ellos mismos los que han pasado denunciándonos por el trato que le damos a los terroristas? 'Alguien' les está pasando información falsa", fue el primer mensaje de Bukele acompañado de fotografías de pandilleros hacinados en cárceles de ese país.
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