Melissa Lucio, la estadounidense de origen mexicano, de 53 años, sentenciada a pena de muerte por el asesinato de su hija Mariah, de 2 años, sostiene que es inocente, que la niña murió en un accidente y ahora apelará a un indulto para evitar la ejecución.
La orden para aplicar su condena, la primera contra una hispana en ese Estado, se realizará el 27 de abril de 2022, pero su defensa ha pedido al gobernador de Texas, Greg Abbott, clemencia a través de un indulto para evitar su muerte.
Fallecimiento de Mariah
De acuerdo a la acusación de la Fiscalía, Mariah murió en 2007 por los golpes que recibió tras caer de una escaleras luego de ser empujada por su madre.
Sin embargo, Lucio madre de 14 hijos, aduce que la niña tenía dificultades para caminar por un defecto de nacimiento en sus piernas, cayó por una escalera larga y empinada de la casa a la que recién se habían mudado.
Dos días después del accidente, y tras mostrar señales de cansancio y de falta de apetito, Mariah murió mientras dormía en su nuevo domicilio.
La menor presentaba lesiones, el servicio de emergencia no creyó en las explicaciones de la madre de Mariah, pues en la nueva residencia solo hay dos escalones de acceso al inmueble.
Lucio fue sometida a un agresivo interrogatorio ante autoridades, aunque en primera instancia negó los hechos, luego aceptó su culpabilidad, previo a ser sometida a juicio.
Pero durante el juicio volvió a afirmar que era inocente y, según reseñó Telemundo, había aceptado su culpa durante el interrogatorio bajo coacción.
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Los médicos forenses que examinaron el cuerpo de Mariah y dijeron que había evidencia de maltrato, aunque la defensa de Lucia señala que los galenos ignoraron una serie de pruebas que dicen lo contrario.
Asimismo, el equipo legal argumentó que en juicio no tomaron las declaraciones de los otros hijos de la mujer, que dijeron que su hermana cayó de forma accidental por las escaleras.
Los expertos apoyan la conclusión de que Mariah podría haber sufrido de "coagulación intravascular diseminada" (CID), que causa moretones por todo el cuerpo como resultado de un traumatismo craneoencefálico, que la niña pudo haber sufrido durante su caída por escaleras.
