Eduard Edgardo Wilban Méndez, de 20 años, Cristian Alexis Corrales Zepeda, de 17 años, y Jonathan Isaías Orellana Banegas, de 20 años, fueron asesinados la noche del 4 de abril en la colonia Quezada, cerca del Cerro Juana Laínez, en Tegucigalpa, capital de Honduras.

Según la versión preliminar de las autoridades, el crimen fue resultado de un supuesto ajuste de cuentas relacionado con drogas. Dos de las víctimas, Méndez y Orellana, fueron detenidas recientemente por su presunta participación en actividades ilícitas con sustancias prohibidas.

Durante el sangriento episodio, los agresores llevaban vestimenta militar; acorralaron a los jóvenes en un callejón oscuro, haciéndoles creer que estaban siendo sometidos a una inspección. Cuando las víctimas se volvieron de espaldas con las manos en alto, fueron acribilladas, reveló la Secretaría de Seguridad.

Los cuerpos de las tres víctimas quedaron tirados en un solitario y estrecho callejón de la zona, sin signos de vida. Las autoridades informaron que las armas utilizadas en el crimen eran de calibre grueso.

Horas después del crimen, llegaron la Policía Nacional y Medicina Forense para realizar el levantamiento de los cuerpos. También se presentaron familiares de las víctimas, quienes lamentaron el hecho con lágrimas y gritos.

Las autoridades policiales están investigando esta nueva masacre y a los perpetradores, quienes se vistieron con uniformes militares para cometer el crimen.

En 2023, se registraron 31 masacres con un total de 163 víctimas. La mayoría de estas muertes violentas se concentraron en los departamentos de Cortés y Francisco Morazán.

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