La reducción sostenida en el ritmo de la actividad económica afectará la reactivación de las empresas y la generación de empleos, destaca un informe del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).

El documento enfatiza que la economía nacional continúa en proceso de desaceleración. Su desempeño ha pasado de 8.2 en diciembre de 2021 a cuatro por ciento en mayo de 2022.

Esto significa una caída en 4.2 por ciento, con el riesgo de entrar en un proceso de recesión que impactará en el aparato productivo y en las condiciones sociales de la población.

Hasta el primer trimestre de 2022, el ritmo de crecimiento económico  se había reducido en 1.5 por ciento al moverse desde ocho por ciento a 6.5 por ciento.

De acuerdo con el compendio de datos de la empresa privada, el dinamismo económico ha estado concentrado en las actividades de la industria manufacturera e intermediación.

El precio tambaleante del crudo en el mercado internacional ha influido fuertemente sobre la inflación interanual en Honduras, que ha llegado a dos dígitos. En el período enero-marzo de 2022, la importación de combustibles fue de 53 millones de galones, un alza de 51 por ciento.

Al cierre de los primeros cinco meses de este año, la ejecución presupuestaria rondó el 40 por ciento de la meta de ingresos tributarios, según se establece en el boletín económico de la empresa privada.

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En ese período, la ejecución del gasto había alcanzado cerca del 30 por ciento, un porcentaje menor al que había sido cubierto en el mismo tiempo de 2021.

Los entendidos en finanzas estiman que Honduras está presionado a reducir el déficit fiscal y controlar los índices de deuda pública, a la vez que sostienen que la vulnerabilidad de la economía nacional frente al impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania está dada por el desequilibrio externo y la alta inflación.

Adicionalmente, los analistas hacen notar que un aumento en el valor de las importaciones incrementará los desequilibrios externos y provocará mayor presión fiscal.

Hasta junio de 2022, el índice inflacionario interanual alcanzó 10.22 por ciento y la acumulada llegó a 6.57 por ciento; y hasta el 20 de julio las reservas internacionales netas sumaron 8,300 millones de dólares, correspondientes con seis meses de importaciones.

Las remesas, que hasta junio de 2022 acumularon 4,000 millones de dólares, siguen siendo una de las principales fuentes de sostenimiento de la economía nacional.

La reformulación del Presupuesto, la revisión de la deuda pública, el rescate financiero de la ENEE y la adopción de medidas favorables a la inversión y a la competitividad de las empresas para generar empleos, son los principales retos que enfrenta el país en la presente crisis.