El estancamiento de la economía, sumado a un creciente déficit fiscal y un mayor endeudamiento, son las principales amenazas que enfrenta Honduras.

Las previsiones de los conocedores apuntan a un insignificante crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que no va a superar tres por cieno por lo menos en los próximos cinco años.

Este comportamiento estará dado por circunstancias negativas internas, los efectos del enfrentamiento armado en Europa y por el retroceso de la economía de Estados Unidos.

El Fondo Monetario Internacional advirtió que la economía global, particularmente la de los países en vías de desarrollo y emergentes, afronta serias amenazas por la desaceleración de la actividad, la inflación y el impacto adicional que pueda tener la reconfiguración del mercado energético mundial por la guerra en Ucrania.

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En el caso de Honduras, los riesgos son más y están relacionados con el déficit fiscal y el endeudamiento. En lo que respecta al desbalance entre ingresos y egresos, se proyecta que esta variable sea de más de tres por ciento del PIB y que la consolidación fiscal no se dé a largo plazo por las nuevas prioridades del gasto.

En cuanto a la deuda pública, los economistas proyectan que a finales del año esta suma va a sobrepasar los límites de lo razonable y de lo sano para las finanzas "en apuros".

Según los reportes oficiales, al término del primer semestre el saldo de la deuda pública ascendió a 377,000 millones de lempiras, un alza cercana a 5,000 millones de lempiras en comparación con 2021.

Asimismo, se ha advertido que el pago de intereses de la deuda pública crezca más de 10 por ciento en el período 2022-2025, si la relación entre los préstamos adquiridos y el Producto Interno Bruto sigue al alza.

Los entendidos en finanzas han adelantado que el riesgo crediticio internacional de Honduras podría seguir cayendo. La firma evaluadora Standard and Poor´s ha establecido para Honduras expectativas de deterioro fiscal.

Representantes de la empresa privada y del Foro Social de la Deuda Externa (FOSDEH), sostienen que la única vía para que el país pueda responder a la actual situación crítica es a través de un clima para la inversión, creación de más plazas laborales, contención del gasto, replanteamiento de la deuda pública y revisión del Presupuesto.

Todo ello está vinculado estrechamente con la recuperación de la confianza de la población en las instituciones, la seguridad jurídica y el fortalecimiento del Estado de Derecho.