Las perspectivas financieras de Honduras son negativas. El deterioro fiscal, el estancamiento económico y la alta inflación, son las principales amenazas que enfrente el país.

La economía de Honduras no crecerá más allá de tres por ciento, según los pronósticos de expertos. De acuerdo con su análisis, el país se encuentra bajo un proceso de estancamiento de la economía y una alta inflación.

Como ha trascendido, la calificadora Standard and Poor´s le ha dado a Honduras una calificación negativa, pero los funcionarios del Gobierno han rechazado ese criterio.

Funcionarios de la Secretaría de Finanzas consideraron que la evaluación de la firma estadounidense desconoce los resultados de las recaudaciones tributarias y el otorgamiento de subsidios para la energía y los combustibles.

Autoridades del actual Gobierno criticaron que Standard and Poor´s haya  incorrectamente de "estable" el manejo de las finanzas en el gobierno del exmandatario, Juan Orlando Hernández, a pesar de haber contratado deuda interna a elevadas tasas, acelerado la quiebra de la ENEE, y ampliado fideicomisos, exoneraciones y amnistías.

La reducción sostenida en el ritmo de la actividad económica afectará la reactivación de las empresas y la generación de empleos, destaca un informe del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP).

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Al cierre de los primeros cinco meses de este año, la ejecución presupuestaria rondó el 40 por ciento de la meta de ingresos tributarios, según se establece en el boletín económico de la empresa privada con base en informes del Banco Central.

En ese período, la ejecución del gasto había alcanzado cerca del 30 por ciento, un porcentaje menor al que había sido cubierto en el mismo tiempo de 2021.

Los entendidos en finanzas estiman que Honduras está presionado a reducir el déficit fiscal y controlar los índices de deuda pública, a la vez que sostienen que la vulnerabilidad de la economía nacional frente al impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania está dada por el desequilibrio externo y la alta inflación.

Adicionalmente, los analistas hacen notar que un aumento en el valor de las importaciones incrementará los desequilibrios externos y provocará mayor presión fiscal.

Hasta junio de 2022, el índice inflacionario interanual alcanzó 10.22 por ciento y la acumulada llegó a 6.57 por ciento; y hasta el 20 de julio las reservas internacionales netas sumaron 8,300 millones de dólares, correspondientes con seis meses de importaciones.

Las remesas, que hasta junio de 2022 acumularon 4,000 millones de dólares, siguen siendo una de las principales fuentes de sostenimiento de la economía nacional.

La reformulación del Presupuesto, la revisión de la deuda pública, el rescate financiero de la ENEE y la adopción de medidas favorables a la inversión y a la competitividad de las empresas para generar empleos, son los principales retos que enfrenta el país en la presente crisis.