Unos 43,000 millones de lempiras es la suma que no habrá ingresado en las finanzas públicas al término de 2021, debido a las exoneraciones y beneficios fiscales otorgados por el Gobierno.

En términos precisos esto es "gasto tributario", que es aquella recaudación que el fisco deja de recibir en virtud de regímenes especiales que tienen la finalidad de favorecer o estimular determinados sectores y actividades económicas.

Honduras es el país con el mayor gasto tributario a nivel regional con un equivalente al 6.9 por ciento del Producto Interno Bruto. Nicaragua aparece con 5.4 por ciento; Costa se sitúa con 4.7 por ciento; El Salvador con 3.5 por ciento y Guatemala con 2.3 por ciento.

Al cierre de este año, las arcas del país habrán dejado de percibir 13,900 millones de lempiras del Impuesto sobre la Renta; 25,400 millones por el cargo por ventas; más de 3,000 millones por el tributo a la Atención a Programas Sociales y Conservación del Patrimonio Vial, y 582 millones de las aduanas, para totalizar 43,000 millones.

En 2020 el gasto tributario tuvo una disminución de 4.45 por ciento, respecto al de 2019. En ese período, el Impuesto Sobre Renta tuvo un comportamiento a la baja de 5.09 por ciento y el tributo sobre Ventas disminuyó en 3.06 por ciento, mientras el cargo a la Atención a Programas Sociales y Conservación del Patrimonio Vial se vio reducido en aproximadamente 15 por ciento.

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Un informe de la Secretaría de Finanzas, señala que los impuestos aduaneros presentó un incremento de 18.4 por ciento, lo que responde principalmente a las importaciones para el combate de la pandemia.

Los privilegios fiscales son otorgados a través de varios regímenes, entre ellos el de las Zonas Libres (ZOLI), que beneficia a 239 empresas con un crédito por exoneración del pago sobre la renta.

Otras 64 empresas declaran bajo el modelo de Zonas Libres Turísticas (ZOLITUR), 56 de ellas reciben crédito por exoneración de las cuales únicamente 19 realizaron inversiones en infraestructura como parte de este incentivo.

Y al amparo del Régimen de Importación Temporal declaran 84 empresas, de las cuales 74 están cobijadas por el gasto tributario, mediante la exoneración del Impuesto sobre la Renta.

Se considera que el modelo tributario de Honduras es volátil, débil en su estructura, afectado por una "evasión tolerada" y saturado por privilegios fiscales que impiden una recaudación justa y un equilibrio macro y micro económico.

El estudio denominado "Agotamiento del Régimen Fiscal en Honduras" elaborado por el Foro Social de la Deuda Externa (FOSDEH), enfatiza que las reglas de juego del mercado hondureño No están orientadas a una economía de competencia con exigencias y derechos iguales para todos.

Los analistas concluyen que esta característica deriva en un sistema tributario regresivo y contradictorio que pone en segundo plano a los grupos de menores ingresos.

Está claro que el próximo Gobierno enfrentará el desafío de revisar las finanzas para colocarlas en balance y evaluar el modelo tributario, con miras a un crecimiento económico que derrame beneficios sociales sobre las mayorías que viven en la pobreza.

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