La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) ya no tiene más vida desde cualquier punto de vista desde el cual se analicen las opciones para sacar la institución de su embrollo administrativo, financiero y de operación.

Los interventores han fracasado en su misión de rescatar a la estatal eléctrica. El balance de la situación financiera de la ENEE arroja resultados negativos y ponen de manifiesto que no se ha avanzado en la labor de estabilización y adecentamiento de la empresa.

Las pérdidas técnicas y no técnicas no se han reducido, más bien se han incrementado en niveles muy por encima de los observados en todo el continente.

El menoscabo en este renglón ha pasado de 8 mil millones de lempiras a 12 mil millones de lempiras; es decir un aumento de 50 por ciento, según concluye un informe de la Asociación para una Sociedad más Justa.

Son números que ponen en evidencia el incumplimiento de las metas determinadas en el contrato firmado con la Empresa Energía Honduras. Además de no haber reducido las pérdidas, el consorcio extranjero tampoco ha realizado las inversiones proyectadas. Apenas ha puesto a disposición el 20 por ciento de los recursos comprometidos.

Mientras más se profundiza el hoyo fiscal de la ENEE, mayor es el impacto sobre las finanzas de Honduras y las posibilidades de competitividad van a menos en una etapa de desequilibrio económico causado por la pandemia.

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En el estado de cuentas de la institución sobresale que entre diciembre de 2019 y mayo de 2020, el déficit acumulado de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica aumentó en cinco mil millones de lempiras. Saltó desde 52 mil millones a 57 mil millones de lempiras en sólo cinco meses.

Las deudas a los proveedores se ensancharon también. De 13 mil millones de lempiras a finales del año pasado, el saldo se situó en cerca de 16 mil millones en el quinto mes de 2020.

La deuda externa e interna de corto plazo rozaba los 11 mil millones de lempiras y la de largo tiempo se acercaba a los 37 mil millones hasta mayo anterior.

Para esa fecha, la empresa reflejaba un pasivo total de más de 75 mil millones de lempiras, con un aumento de 4 mil millones de lempiras en comparación con diciembre de 2019.

El descalabro de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica es el principal desencadenante del déficit fiscal de Honduras que está dado por un excesivo gasto en relación con los ingresos presupuestarios.

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