Más de 1,200 personas han muerto en forma violenta en lo que va de este año en Honduras, de acuerdo con los datos actualizados a mayo y procesados por la Policía Nacional.
En enero se contabilizaron 366 crímenes; en febrero la cifra bajó hasta 247; en marzo volvió a elevarse hasta 295; en abril los homicidios fueron 281 y en los primeros dos días de mayo se cometieron 20 hechos.
Mayo se proyecta como el mes de mayor incidencia criminal, con un promedio de 10 homicidios al día, solamente después de enero, cuando se registraron 11 eventos sangrientos cada 24 horas.
Los mismos informes del Servicio de Estadísticas Policial en Línea (Sepol) destacan que los meses de febrero, marzo y abril se mantuvieron con una media de ocho y nueve asesinatos al día.
Las cifras de la Secretaría de Seguridad reflejan, asimismo, que el promedio diario de homicidios ha disminuido este año en 0.72 por ciento en comparación con los primeros cinco meses de 2021.
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El número de sucesos de violencia criminal ha bajado en lo que va de 2022 en 6.8 por ciento en relación con 2021, concluyen los reportes de la cartera ministerial de Seguridad, pero las cifras de organismos de la sociedad civil ponen de manifiesto lo contrario.
Los expedientes criminales han tenido un repunte particularmente en El Paraíso, Olancho, y Colón, departamento este último donde está vigente un estado de excepción que se prolongará por 90 días más, en razón de los altos índices de homicidios.
En los términos mencionados, la inseguridad creció entre un 30 y un 60 por ciento en los primeros tres meses de 2022. En este período también se registró cierta elevación en la cantidad de sucesos en los departamentos de Choluteca, La Paz e Islas de la Bahía.
A diciembre de 2021, los comprendidos con mayor infiltración de los grupos delictivos fueron Cortés, Francisco Morazán, Yoro, Olancho y Comayagua. Los municipios del Distrito Central, San Pedro Sula, Choloma y El Progreso, aparecieron en la lista de los territorios más sometidos por los malhechores el año pasado.
Mientras tanto, Ocotepeque, La Paz, Valle, Islas de la Bahía y Gracias a Dios figuraban, al cierre de 2021, como los departamentos con la tasa más baja de homicidios por cada cien mil habitantes.
Las acciones de las maras y pandillas, así como las intervenciones de las agrupaciones de tráfico de drogas, son consideradas como las causas principales del repunte de la violencia criminal en el país.
