El director de la Policía Nacional de Honduras, Gustavo Sánchez, reveló el viernes 18 de marzo lo que hizo el expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022) después de la audiencia en la que conoció que el juez natural autorizó su extradición a Estados Unidos.
"Después de que se trasladó a las instalaciones de las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional de Honduras (Hernández) llegó a su habitación, se metió a su dormitorio y se fue a dormir", dijo el comisionado Sánchez en Diario Matutino de HRN.
El juez designado concedió el miércoles 16 de marzo la extradición del exmandatario a Estados Unidos, que lo acusa de tres cargos asociados al narcotráfico y uso de armas.
Después de eso "le hemos estado controlando su proceso de salud con nuestros servicios médicos de sanidad policial y él se encuentra muy bien, está estable, está tranquilo, lo visitan siempre su familia y sus abogados", expresó el director policial.
El equipo de defensa de Juan Orlando Hernández presentará el sábado 19 de marzo una apelación a la determinación del juez natural, por lo que su extradición ahora depende del pleno de la Corte Suprema de Justicia.
El pleno decidirá si ratificará, revocará o modificará la decisión del juez, de que si procede la extradición del exgobernante.
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Cargos contra Hernández
De confirmarse su extradición, Juan Orlando Hernández enfrentará en Nueva York tres cargos que le imputa la justicia estadounidense.
El primer cargo es por conspirar para importar una sustancia controlada a Estados Unidos", con el "conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente" en ese país.
El segundo por "usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión" de "ametralladoras y dispositivos destructivos", y el tercero por una "conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos (...), en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos", según la acusación de la justicia estadounidense.
La Policía capturó al expresidente el 15 de febrero en su residencia en Tegucigalpa y tras esposarlo de manos y pies a Hernández se llevó a una unidad especial llamada los Cobras, donde permanece recluido.
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