Las cifras sobre la creación de plazas laborales son contradictorias, pero lo que es innegable es que el alto nivel de desempleo en el país ha traído más pobreza y empujado a la emigración irregular, afirman los entendidos.

Los reportes oficiales apuntan que en la actual gestión se contabilizan 141,782 nuevos afiliados al Seguro Social, un dato que mide la creación de fuentes de trabajo en el sector formal.

Como se sabe, los funcionarios de alto rango han afirmado que cien mil hondureños dejaron de estar desocupados en los dos años de mandato de la presidente Xiomara Castro.

Esas cifras son desmentidas por los empresarios. Los datos que manejan los inversionistas indican que, en los 12 meses recientes, únicamente fueron abiertos 77 empleos.

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Directivos del Cohep han mencionado que solamente en el sector maquila se perdieron 41,000 puestos laborales. Las mismas proyecciones de la empresa privada apuntaban que 2023 iba a cerrar con unos 90,000 empleos perdidos o suspendidos.

La Población Económicamente Activa ha disminuido, en un signo de que han empeorado las condiciones de vida de los hondureños que parecen estar en un “callejón sin salida”, dado que no encuentran fuentes de sustento, han subrayado los especialistas.

El número de hondureños que tienen empleo se redujo de 4.1 millones a 3.9 millones en los dos años más recientes. Otro dato relevante es que tres millones cien mil personas están desocupadas, desalentadas, subempleadas o en la economía informal.

Cada año ingresan en el mercado unas 250,000 personas, pero fracasan en su intento de encontrar oferta de trabajo. La economía de Honduras tendría que crecer a un ritmo de cinco o seis por ciento cada año, fomentar la producción, promover la competitividad y atraer la inversión extranjera directa para escalar a condiciones de desarrallo.

Los investigadores de organismos de la sociedad civil, economistas independientes y estudiosos de las finanzas, concluyen que la adopción de un nuevo modelo de desarrollo económico es lo que permitirá a Honduras sobreponerse a la crisis múltiple por la que atraviesa.

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